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Trump no fue el mayor perdedor en Iowa

Sí, Donald Trump no pudo refrendar su condición de favorito en la primera prueba en la carrera por la nominación presidencial republicana, pero él no fue el único derrotado, ni el peor. ¿Quién predijo su triunfo? Ahí está la respuesta.

El sujeto de la primera parada para la nominación presidencial, Iowa, no fue como se esperaba "Donald Trump", acompañado del predicado "perdió y decepcionó", sino que el sujeto fue "los encuestadores", acompañado del predicado, "decepcionaron y evidenciaron su crisis de confianza".

Por ejemplo, en las encuestas finales de Bloomberg previas al evento, que contemplaban el periodo del 26 al 29 de enero, Donald Trump se percibía 5 puntos por arriba de Ted Cruz, mientras que del lado demócrata, Hilary Clinton se posicionaba tres puntos arriba de Berie Sanders; ambos resultados rompieron el margen de error.

En los resultados finales, Ted Cruz obtuvo el 28 por ciento, quedando 4 puntos por arriba de Trump, quien concluyó el ejercicio con 24 por ciento; del otro lado Clinton y Sanders terminaron prácticamente empatados, aunque la victoria fue para la primera.


Los resultados poco acertados muestran la vulnerabilidad de la industria encuestadora, la cual ha sido golpeada recientemente por lecturas imprecisas del voto público en países como Israel, Grecia, España y Reino Unido.

Aquí 8 puntos que explican las fallas de las encuestas en Iowa:

1. Un favorito demasiado claro no siempre gana
Por un lado la victoria de Cruz fue, aparentemente, fruto de su estrategia. J. Ann Selzer, presidenta de Selzer&Co., casa encuestadora que llevó las métricas, dijo que mientras su encuesta final proyectaba una victoria para Trump, todas las variables que favorecían a Cruz coincidieron.

2. El voto religioso
"Nosotros sabíamos que debíamos de mirar a los evangélicos, y los probamos con un 60 por ciento" del electorado republicano, dijo Selzer. En conclusión, 64 por ciento de los simpatizantes eran evangélicos, de acuerdo a una encuesta de CNN, dándole a Cruz un momento importante.

Cruz se posicionó por arriba, no sólo entre los votantes evangélicos, sino también en áreas urbanas, ganando 56 de los 99 condados de Iowa.

3. El mundo cambia
De cierta forma, lo ocurrido en Iowa muestra la verdadera batalla que enfrentan las encuestadoras con los cambios sociales y tecnológicos.
Los cambios, desde el abandono de las líneas de teléfono de casa hasta los demográficos, han derivado en análisis equivocados de la industria encuestadora a nivel mundial.

4. Un vuelta muy lenta
Las complicaciones en los caucus de Iowa son menores comparadas con las de las elecciones primarias o generales, lo que incrementó las probabilidades de un resultado del sondeo fuera de lo esperado.

De acuerdo a Nate Silver, especialista detrás de FiveThirtyEight, un sitio web de estadísticas, el fallo en la encuesta republicana de Bloomberg reflejó el margen de error en los caucus, que son "muy difíciles" de sondear.

5. ¿Mirar a los que votan o a los que no?
Los esfuerzos para visualizar a los votantes potenciales son más comunes hoy que los esfuerzos por contabilizar a las personas que no van a votar. Los rangos de respuesta en teléfonos móviles son notablemente bajos, elevando los costos de las metodologías encuestadoras.

Estas tendencias han obligado a las encuestadoras a alterar cómo recopilan los datos, explicó Mike Traugott, un politólogo de la Universidad de Michigan.

6. Todo cuesta
Los encuestadores como Selzer hacen referencia a los encuestados con las listas de votantes registrados en un esfuerzo por mejorar la calidad de sus respuestas, pero esto cuesta más dinero, y no todas las organizaciones mediáticas están dispuestas a respaldar este costo.

7. No siempre funcionan y los clientes lo saben
El primer ministro de Israel, Benajmin Netanyahu y su homólogo británico, David Cameron, ganaron su reelección el año pasado a pesar de que las encuestan sugerían que esto sería complicado; y en 2012, el candidato presidencial Romney no dio un discurso en parte porque de acuerdo a sus encuestas internas Obama estaba por debajo de él.

8. Contendientes inesperados

En las encuestas regularmente se reconoce a los candidatos insurgentes de forma tardía. Hace una semana, de acuerdo a RealClearPolitics, el promedio de Marco Rubio era de 12.2 por ciento, antes de subir hasta 16.9 por ciento antes de los caucus; el lunes terminó en tercer lugar con 23 por ciento, persiguiendo de cerca a Trump, quien le llevaba uno por ciento, a pesar de que las encuestas anteriores lo colocaban detrás del magnate con una diferencia de hasta dos dígitos.

"Los encuestadores necesitan modelos, y algunas veces los modelos que usan ya no funcionan", sentenció Traugott.

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