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Trump financió plan para mantener exención tributaria que ahora quiere eliminar

Donald Trump donó 60 mil dólares en 1985 a un proyecto para proteger la deducción federal de impuestos estatales y locales. El presidente de EU ahora quiere eliminarla pues ve una generosa fuente de ingresos.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue en un momento una de las fuentes importantes de financiamiento de una campaña de los acaudalados empresarios de bienes raíces de Nueva York para preservar una exención tributaria que ahora quiere eliminar, según un memorando al que tuvo acceso Bloomberg.

Trump Organization, la entidad que agrupa los intereses empresariales de Trump, donó en 1985 60 mil dólares a la Coalición contra la Doble Tributación para proteger la deducción federal de impuestos estatales y locales, según el memorando fechado 14 de mayo de 1986. Gracias a las intensas actividades de lobby, la deducción no fue afectada por una importante reforma del código tributario de Estados Unidos realizada ese año.

Para Trump, lo que en su momento fue una valiosa exención impositiva ahora podría transformarse en una generosa fuente de ingresos que ayuden a contrarrestar los cuantiosos recortes de impuestos que propone su gobierno. Líderes de la Casa Blanca y el Congreso lanzaron la semana pasada un plan para reformar el código tributario que incluiría una reducción de las tasas que pagan las empresas y las personas.

Eliminar la exención de impuestos estatales y locales, conocida como SALT por sus siglas en inglés, recaudaría unos 1.3 billones de dólares en 10 años, según estimaciones.

La portavoz de la Casa Blanca Natalie Strom dijo que "hay muy pocas personas que entienden el sistema tributario, los resquicios y las exenciones actualmente enterradas en nuestro código tributario excesivamente complicado, mejor que" Trump.

Strom dejó en claro que no estaba confirmando el contenido del memorando de 1986 y agregó que el 80 por ciento del beneficio procedente de la deducción SALT va a parar al 20 por ciento más rico de las familias estadounidenses. De todos modos, uno de los principales asesores económicos de Trump, Gary Cohn, ha dicho que la propuesta de poner fin a la deducción SALT se va a negociar.

Desayuno para recaudar fondos

En 1985, Trump comprometió al menos parte de su contribución a la coalición pro-SALT en un desayuno para recaudar fondos que se realizó en el Regency Hotel, apenas a seis cuadras de la Trump Tower, según una persona que asistió a la reunión. Alrededor de 20 personas participaron del evento, la mayoría de las cuales eran magnates de los bienes raíces cuyos impuestos a la propiedad podrían haberse disparado si la deducción hubiese sido eliminada.

Trump Organization donó 60 mil en 1985, pero no había respondido a una nueva solicitud de fondos un año después, según el memorando de 1986. La fuente que asistió al desayuno para recaudar fondos confirmó la autenticidad del documento. El memorando menciona a "Don Trump" bajo el aporte de la Organización Trump.

La coalición pro-SALT, que en última instancia incluyó a sindicatos y gobiernos municipales, creció a partir de un esfuerzo de los empresarios neoyorquinos David Rockefeller, Laurence Tisch y Lewis Rudin para preservar la exención fiscal, según un libro de 1988 sobre la última reforma importante del sistema tributario estadounidense: "Showdown at Gucci Gulch: Lawmakers, Lobbyists, and the Unlikely Triumph of Tax Reform" (algo así como Enfrentamiento en la Quebrada de Gucci: Legisladores, Lobistas y el Improbable Triunfo de la Reforma Tributaria).

Ahora, un grupo que lo ha sucedido -Estadounidenses contra la Doble Tributación- lucha para preservar la deducción. Entre sus miembros figura la Asociación Nacional de Agentes de Bienes Raíces, uno de los grupos de lobby que más gasta en Washington.

Los contribuyentes en estados predominantemente demócratas con altos impuestos -como Nueva York y California- serían los más perjudicados con la derogación de la deducción SALT. Pero algunos miembros republicanos del Congreso cuyos electores también se benefician de la exención han prometido defenderla.

El potencial quiebre de Trump con el mundo inmobiliario neoyorquino por SALT no es su único cambio de parecer evidente: al promover la reforma tributaria, menciona rutinariamente la legislación de 1986 como fuente de inspiración. Sin embargo, en un testimonio ante el Congreso en 1991 que fue desempolvado por el New York Times, la calificó como "una catástrofe absoluta" tanto para el país como para el sector inmobiliario.

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