Al menos 12 personas murieron este sábado luego de tres explosiones en Kabul, Afganistán, cerca del lugar donde se realizaba el funeral de una víctima de violentos enfrentamientos entre la policía y manifestantes en la víspera, dijeron testigos.
Dos testigos que se encontraban en el funeral dijeron que además de los fallecidos había 18 personas heridas.
Las explosiones ocurrieron en el funeral de Mohammad Salim Izadyar, hijo del vicepresidente del Senado, quien murió después de resultar seriamente herido en enfrentamientos durante una protesta el viernes.
El jefe ejecutivo del Gobierno, Abdullah Abdullah, estaba en el funeral, pero no resultó herido, de acuerdo a un comunicado difundido por su despacho. Varios funcionarios de seguridad de alto rango sufrieron heridas en el ataque, del que nadie se ha hecho responsable.
Los talibanes, que han realizado ataques de este tipo en el pasado, negaron cualquier participación en el incidente y culparon a rivalidades entre facciones dentro del propio gobierno, según el portavoz del grupo, Zabihullah Mujahid.
Los manifestantes estaban protestando contra el gobierno y sus problemas de seguridad después de que la explosión de un enorme camión bomba causó la muerte de más de 80 personas e hirió a 460 el miércoles.
Ese ataque fue uno de los más sangrientos desde que se inició la campaña liderada por Estados Unidos en 2001 que derrocó a los talibanes.
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