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Suben a 70 los muertos por bombas en Irak



Reuters

Al menos 70 personas murieron el lunes en una serie de ataques con coches bomba contra chiíes en la capital de Irak, Bagdad, y en la ciudad de Basora en el sur del país, dijeron médicos y policías.

Unas 150 personas murieron en ataques sectarios en la última semana, mientras las tensiones entre la minoría suní los chiíes, que ahora dirigen Irak, han alcanzado su nivel más alto desde que las tropas de Estados Unidos abandonaron el país en diciembre del 2011.

Ningún grupo se adjudicó inmediatamente la responsabilidad por los ataques.

Irak alberga un número de grupos insurgentes suníes, incluyendo el Estado Islámico de Irak, asociado a al Qaeda, que ya han perpetrado ataques previos contra chiíes con la intención de provocar una confrontación sectaria mayor.

Nueve personas murieron en una de las dos explosiones con coche bomba en Basora, una ciudad mayormente chií ubicada 420 kilómetros al sudeste de Bagdad, dijeron la policía y médicos.

"Estaba de guardia cuando una explosión poderosa sacudió el piso", dijo un oficial de policía cerca del lugar del ataque en el vecindario de Hayaniya.

"La explosión impactó un grupo de trabajadores que se reunía cerca de un puesto de sándwiches", dijo a Reuters y agregó que había cuerpos en el suelo. "Uno de los cuerpos muertos aún tenía tomado un sándwich en su mano que chorreaba sangre", agregó.

Otras cinco personas murieron en una segunda explosión dentro de una terminal de buses en Saad Square, también en Basora, dijeron médicos y policías.

En Bagdad, un coche bomba explotó en el barrio chií de Shaab, matando a al menos 12 personas e hiriendo a 26, dijeron fuentes policiales y hospitalarias.

Además, previamente la policía había informado que un coche aparcado explotó en un concurrido mercado en el distrito chií de Kamaliya, provocando la muerte de siete personas.

Otras 22 personas murieron en explosiones en Ilaam, Diyala Bridge, al-Shurta, Shula y Ciudad Sadr, todas zonas con alta concentración de chiíes.

Las tensiones en el país son cada vez más profundas por el conflicto en la vecina Siria, que ha empujado a los suníes y chiíes de la región a una guerra de poder.

El principal aliado del presidente sirio Bashar al-Assad en la región es el chií Irán, mientras que los rebeldes que combaten para derrocarlo están apoyados por potencias suníes del Golfo Pérsico como Arabia Saudita y Qatar.

Más de 700 personas fallecieron en abril en Irak según los cálculos de la ONU, la cifra más alta en casi cinco años.

La minoría suní, resentida por el dominio chií desde que Saddam Hussein fue derrocado por fuerzas encabezadas por Estados Unidos en el 2003, ha protagonizado protestas contra el primer ministro chií Nuri al-Maliki desde diciembre.
 
 

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