Roxana González García
A pesar de las mejoras en la seguridad y facilitación fronteriza que los gobiernos de Estados Unidos y México han logrado durante los últimos años, el progreso en muchos frentes del límite común se ha quedado corto o ha sido lento y frustrante.
Lo anterior lo advierte en su informe un grupo de trabajo binacional integrado por expertos del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi) y el Consejo del Pacífico sobre Política Internacional de EU.
El documento -actualizado en ocasión de la visita que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, inicia hoy a México- destaca que aun cuando ambas naciones han logrado mejoras notables en la seguridad y la facilitación fronteriza, se ha hecho mucho menos en temas como el agua, gestión del medio ambiente o del desarrollo económico, y prácticamente no hay mejoras en el tema de migración.
Subraya que entre los temas más críticos que deben abordarse en Estados Unidos está tomar medidas agresivas para impedir el flujo de armas y el tráfico de dinero en efectivo en grandes cantidades hacia México, así como nuevas medidas para reducir aún más la decreciente demanda de drogas ilícitas.
El mayor desafío para el gobierno mexicano que identifican los expertos se refiere a la necesidad de reconfigurar las operaciones aduaneras y de aplicación de la ley en la frontera, de forma tal que permita operaciones plenamente coordinadas con las fuerzas de seguridad estadounidenses. Además, recomienda que ambas partes se muevan con mayor rapidez para desarrollar procesos de planificación de la infraestructura a lo largo de la frontera, para dar prioridad a las inversiones y ampliar las autorizaciones previas del transporte de carga y pasajeros (preclearance).
Apremia
"Un problema particularmente apremiante es la necesidad de una reforma migratoria integral en Estados Unidos. En tanto la demanda de visas exceda a la oferta y los trabajadores indocumentados sigan pudiendo encontrar empleo en la Unión Americana, un mayor número de posibles inmigrantes intentará cruzar la frontera de manera no autorizada", apunta.
La reforma del sistema de inmigración legal, añade, debe ser utilizada como una herramienta para fortalecer la seguridad fronteriza acotando la migración no autorizada.
Lo anterior, destaca, "al permitir a las autoridades en ambos lados de la frontera centrarse en las verdaderas amenazas a la seguridad pública, y asimismo al provocar el debilitamiento de las organizaciones criminales que abusan de los inmigrantes no autorizados", subraya.
Información proporcionada por El Financiero Diario.
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