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Se rumora fuga masiva de reos en prisión iraquí


 
Reuters

Cientos de presos, incluidos altos miembros de Al Qaeda, se habrían escaparon de la cárcel iraquí de Abu Ghraib mientras sus camaradas lanzaban un asalto de estilo militar para liberarlos.

El asalto letal contra la prisión de alta seguridad tuvo lugar mientras los extremistas suníes están recuperando fuerza en su insurgencia contra el Gobierno liderado por los chiíes, que llegaron al poder después de la invasión de Estados Unidos para derrocar a Saddam Hussein.

Atacantes suicidas condujeron coches cargados con explosivos hasta las puertas de la prisión en las afueras de Bagdad el domingo por la noche e hicieron estallar la carga mientras se dirigían hacia el complejo, mientras hombres armados atacaron a los guardias con morteros y lanzagranadas.

Otros extremistas tomaron posiciones cerca de la carretera principal combatiendo a los refuerzos de seguridad enviados desde Bagdad mientras varios extremistas con chalecos explosivos entraban en la prisión para ayudar a liberar a los presos.

Diez policías y cuatro extremistas murieron en los enfrentamientos posteriores, que continuaron hasta el lunes por la mañana, cuando llegaron helicópteros para ayudar a recuperar el control.

Pero para entonces, cientos de presos habían conseguido fugarse de Abu Ghraib, la prisión que se hizo famosa hace una década por las fotografías que mostraban abusos a prisioneros por parte de soldados estadounidenses.

"El número de presos fugados ha alcanzado los 500, la mayoría de ellos eran altos miembros de Al Qaeda y tenían sentencias de muerte", dijo a Reuters Hakim Al-Zamili, un integrante del comité de seguridad y defensa en el Parlamento.

"Las fuerzas de seguridad han detenido a algunos de ellos, pero el resto todavía está libre", agregó.

Un funcionario de seguridad dijo a Reuters bajo condición de anonimato: "Obviamente es un ataque terrorista llevado a cabo por Al Qaeda para liberar a presos terroristas de Al Qaeda".

Otro ataque simultáneo en otra prisión, en Taji, a unos 20 kilómetros al norte de Bagdad, siguió un patrón similar, pero los guardias lograron evitar que hubiera fugas. Murieron 16 soldados y seis activistas.

Ataque a convoy

Insurgentes suníes, entre ellos el Estado Islámico de Irak afiliado a Al Qaeda, han tomado impulso en los últimos meses y atacan casi a diario a los chiíes y las fuerzas de seguridad, entre otros objetivos.

La violencia reavivó temores a una vuelta a un conflicto abierto en un país donde los kurdos, los chiíes y los suníes aún deben encontrar un modo estable de compartir el poder.

En la ciudad de Mosul, 390 kilómetros al norte de Bagdad, un suicida con bomba detonó los explosivos alojados en un coche al paso de un convoy militar en el distrito oriental de Kokchali, matando al menos a 22 soldados y tres civiles, dijo la policía.

Los ataques de suicidas con bomba son la marca de Al Qaeda, que se ha reagrupado en Mosul, la tercera ciudad iraquí y capital de la provincia dominada por los suníes de Nineveh.

Un ataque separado en Mosul mató a cuatro policías.
 

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