Mundo

Hasta los republicanos se resisten a plan de Trump para la Corte

Si él logra que voten su propuesta, habrá desequilibrio en la correlación de fuerzas.

MIAMI.- Contra las reglas del fair play político, el presidente Donald Trump anunció que esta semana enviará al Senado el nombre de su candidata (o candidato) a cubrir la vacante que dejó la muerte de la prestigiada juez Ruth Bader Ginsburg en la Suprema Corte, lo que desató una profunda e inesperada tormenta política.

Fuentes consultadas refieren que será muy difícil que avance la propuesta del presidente porque no tiene el consenso de los senadores republicanos, necesarios para aprobar a la nueva juez. Tampoco ven probable que se cubra en escasas seis semanas (las que faltan para las elecciones) el proceso legislativo que toma la nueva designación.

El relevo de la juez Ginsburg es de gran relevancia de cara a las difíciles elecciones presidenciales, cuyos resultados podrían quedar en manos del máximo tribunal de justicia de Estados Unidos, como ocurrió con el triunfo de George W. Bush sobre Al Gore en el año 2000.

Si Trump logra que todos los senadores republicanos voten su propuesta, la correlación de fuerzas en la Corte quedaría desequilibrada por completo: seis pro republicanos y tres pro demócratas.

De sus nueve integrantes, la Suprema Corte tenía, hasta el viernes de la semana pasada, cinco que habían sido propuestos originalmente por los republicanos y cuatro por los demócratas. El presidente del máximo tribunal, John Roberts, aunque de origen republicano, ha votado en favor de varias propuestas de los demócratas.

Con la muerte de Ruth Bader Ginsburg, la Corte queda 5-3, y si prospera la propuesta de Trump la relación sería 6-3. De esa manera el presidente garantizaría su permanencia de otros cuatro años en la Casa Blanca en caso de que las elecciones terminaran en un litigio que la Corte deba resolver.

Aún perdiendo las elección, los republicanos estarían en condiciones de frenar la agenda social de Biden y de quienes le sucedan en el cargo por una o dos generaciones.

Sin embargo, no es seguro que la intención de Trump fructifique, pues su mayoría de 53 senadores (de un total de 100) no es homogénea. Dos republicanas adelantaron su oposición a votar el nombramiento antes de las elecciones del 3 de noviembre, mientras otros tres (entre ellos Mitt Romney) han guardado silencio y no se descarta su rechazo a la selección presidencial.

De cualquier manera, por el tiempo que toma el proceso legislativo, los analistas políticos ven muy difícil que la designación de la candidata –o candidato– de Trump quede concluida en las seis semanas que faltan para las elecciones.

También lee: