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Saludo de Obama y Castro fue algo normal sin preparación


 
Reuters

El saludo entre el mandatario de los Estados Unidos, Barack Obama con su similar de Cuba, Raúl Castro significó un gesto de aproximación entre ambas naciones enemistadas por más de medio siglo, lo que fue considerado por los dos países como algo normal sin planeación.

Para el presidente cubano, el apretón de manos no fue más allá de algo "normal" que sucede entre "personas civilizadas".

Al respecto, Estados Unidos coincidió con la postura de Castro manifestando que el saludo fue una evidencia de cortesía.

El asesor de seguridad nacional, Ben Rhodes, indicó que el saludo del mandatario estadounidense fue un gesto espontáneo hacia uno de los muchos líderes que asistieron a los actos de despedida del fallecido líder sudafricano Nelson Mandela.

"En realidad no hizo más que intercambiar saludos con los líderes en su camino al discurso. No fue una discusión sustantiva", añadió.

Sin embargo, la sonrisa de Castro cuando Obama le estrechó la mano al pasar a su lado en un estadio de Johannesburgo fue, para muchos, una señal de relajamiento entre los vecinos separados por apenas 145 kilómetros de mar pero en extremos opuestos del espectro ideológico.
 
"Es una noticia muy buena, abre posibilidades de que mejoren las relaciones. Me parece muy bien", dijo José Alert, un oncólogo cubano que se dirigía a su trabajo en La Habana.

En Cuba el apretón de manos era el martes una de las noticias destacadas en el sitio oficial Cubadebate.cu, que colgó incluso un video del momento en que Obama se detiene unos segundos frente a Castro para saludarlo.

Planeado o no, la cordialidad mostrada por Obama y Castro es la más reciente señal de un cambio de tono en la retórica habitualmente hostil entre los dos gobiernos.
 

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