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Rusia recupera papel en Oriente Medio


AP

Washington.- El acuerdo de Estados Unidos con Rusia para eliminar el arsenal químico de Siria ha arrastrado al gobierno de Barack Obama a un escenario difícil: la campaña del Kremlin para frenar el poder estadounidense y restaurar el lugar de Moscú como importante factor en el Oriente Medio.

Si Siria, que depende del respaldo ruso, acepta el acuerdo, eso resolvería temporalmente un dolor de cabeza interno para Obama. El presidente ruso Vladimir Putin, por su parte, se iría a casa con al menos dos logros inmensos.

El acuerdo no resuelve el asunto más importante, que es poner fin a una guerra civil que ha asolado Siria por más de dos años. Ni lidia con los llamados de Obama a la salida del presidente sirio Bashar Assad y su reemplazo por un orden democrático en un país que no lo ha conocido jamás.

Para Obama, el acuerdo elaborado en Ginebra reforzaría su inclinación a buscar respuestas por medio de la diplomacia en lugar de medios militares.

Podría, por un tiempo, distraer a estadounidenses que se han vuelto críticos, o al menos dudosos, de su buena fe en política exterior, dados los cambios de dirección de la Casa Blanca sobre sus amenazas de ataques aéreos contra Siria, luego de las declaradas intenciones de Obama de usarlos para castigar a Damasco por lo que Washington dice fue el uso de armas químicas en un ataque el mes pasado en el que murieron 1.400 personas, incluyendo niños.

Putin, por su parte, habrá dado pasos importantes para mostrar que Rusia debe desempeñar un papel clave en el Medio Oriente, algo que había perdido con el colapso de la Unión Soviética hace más de dos décadas.

Lo que es más, Putin, por el momento, ha fortalecido a Assad. Igualmente importante para el Kremlin, la intervención rusa fortalecerá la estatura de Putin como contrapeso geopolítico al poder estadounidense.

El acuerdo prevé penalizaciones no específicas de la ONU contra Siria si Assad no lo cumple, pero no autoriza un ataque militar. Eso dejaría a Obama en la nada envidiable posición de ignorar las instrucciones de la organización internacional si decide lanzar un ataque.

"Fue un paso táctico brillante" para Rusia, dijo Jonathan Adelman, profesor de la facultad de Estudios Internacionales de la Universidad de Denver.

"Eso les hace los salvadores en Siria, su aliado más cercano. Resalta el mensaje de que los estadounidenses no son confiables", dijo.

Para R. Nicholas Burns, profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Harvard, la movida rusa es parte de una estrategia a largo plazo.

"Uno de los objetivos importantes de Putin en la última década ha sido limitar el poder y la maniobrabilidad de los Estados Unidos", dijo Burns, ex embajador en la OTAN y Grecia, y ex subsecretario de estado para asuntos políticos.

"Ellos no quieren vivir en un mundo en el que Estados Unidos domina. Si hay oportunidades de limitar el poder, de hostigar a Estados Unidos, ellos lo van a hacer", dijo Burns, que sirvió bajo gobiernos republicanos y demócratas.

Aún así, partidarios dicen que Obama ha ganado fuerza, y afirman que su amenaza de un ataque militar precipitó las conversaciones en Ginebra entre el secretario de estado John Kerry y el canciller ruso Serguei Lavrov, que anunciaron el acuerdo conjuntamente.
 
 

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