WASHINGTON.- El gobierno de Barack Obama acusó el miércoles a Rusia de orquestar una nueva campaña militar en Ucrania, ayudando a los rebeldes a expandir sus combates en el este del país, y enviando tanques, lanzamisiles y vehículos blindados a varias comunidades.
"Estas incursiones indican una contraofensiva orquestada por Rusia que probablemente esté ocurriendo en Donetsk y Luhansk", dijo la vocera del Departamento de Estado Jen Psaki, en referencia a las dos regiones rebeldes del oriente ucraniano. La funcionaria también manifestó preocupación por las entregas nocturnas de material en el sureste de Ucrania, donde los separatistas entraron el miércoles a un poblado clave que une a Rusia con la Península de Crimea que recientemente se anexó Moscú.
Los recientes reportes de la actividad rusa son el más reciente punto de conflicto en meses de enfrentamientos en Ucrania que comenzaron con protestas callejeras contra el gobierno anterior, el derrocamiento de un presidente aliado de Moscú y dieron inicio a una rebelión en zonas de mayoría rusoparlante. Ucrania y gobiernos occidentales acusan a Moscú de estar directamente implicado en la escalada del conflicto, aunque Rusia niega estar apoyando a los separatistas.
Psaki dijo que Rusia es deshonesta sobre sus acciones, incluso con su propio pueblo.
La funcionaria aseguró que las fuerzas rusas están entrando 48 kilómetros en Ucrania sin que ellos o sus familias sepan a dónde van. Psaki citó reportes de funerales en Rusia para aquellos que murieron en Ucrania y de soldados rusos heridos siendo atendidos en un hospital de San Petersburgo. Dijo que este tipo de acciones demuestran que Moscú
no está actuando con transparencia.
Pese a las críticas, Psaki no habló de alguna respuesta inmediata.
Dijo que Estados Unidos tiene opciones a su discusión que incluyen dar apoyo no letal al ejército de Ucrania y sanciones contra Moscú coordinadas con los aliados europeos.
Horas antes, Ucrania acusó a las fuerzas rusas de realizar una nueva incursión militar a través de su frontera.
La acusación, que no pudo ser verificada de inmediato, rápidamente opacó cualquier sensación de cauteloso optimismo tras las conversaciones de este martes por la noche entre los presidentes Vladimir Putin y Petro Poroshenko para resolver el conflicto de cinco meses.
El presidente Obama y aliados europeos hablarán de Ucrania la próxima semana cuando sea la cumbre de la OTAN, dijo la portavoz, pero no habló de medidas inminentes que esté considerando Washington.
El alcalde de Novoazovsk, un puerto en el sureste de Ucrania, informó que los rebeldes entraron a su pueblo el miércoles después de tres días de intensos cañoneos.
El nuevo frente sureste ha aumentado los temores de que los
separatistas estén tratando de crear un enlace terrestre entre Rusia y Crimea.