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Republicanos impulsan ley para enfrentar crisis migratoria

Legisladores republicanos dieron a conocer un proyecto de ley para enfrentar la crisis inmigratoria en la frontera con México mediante el envío de efectivos de la Guardia Nacional y la aceleración de las deportaciones de los jóvenes centroamericanos.

WASHINGTON. Legisladores republicanos dieron a conocer  un proyecto de ley para enfrentar la crisis migratoria en la frontera con México mediante el envío de efectivos de la Guardia Nacional y la aceleración de las deportaciones de los jóvenes centroamericanos.

Esto les permitiría decir que trataron de resolver el problema humanitario, aunque el proyecto no tiene posibilidades de convertirse en ley.

El costo sería de 659 millones de dólares en los últimos dos meses del actual año fiscal, mucho menos de los tres mil 700 millones solicitados por el presidente Barack Obama para este año y el próximo, y menos también que la propuesta de mil 500 millones de la comisión de gastos de la cámara. 

La medida incluye cambios rechazados por la mayoría de los demócratas, que permitirían enviar rápidamente a decenas de miles de jóvenes centroamericanos de regreso a sus países sin la posibilidad de una audiencia judicial.

"Creo que el proyecto tiene suficiente apoyo en la cámara para ser aprobado", dijo el presidente John Boehner a la prensa después de una reunión con legisladores. "Sin embargo, hay que seguir trabajando".

Boehner dijo que el proyecto pasaría a votación el jueves.

Pero aunque lo apruebe la cámara baja, el Senado con mayoría demócrata probablemente lo rechazará y seguirá adelante con su propio paquete para la frontera, con un costo de dos mil 700 millones de dólares.

Este proyecto, que no incluye las modificaciones del de la cámara baja, carece de apoyo entre los republicanos y es improbable que sea aprobado. De manera que no parece haber un camino hacia un acuerdo que permita elevar un proyecto a la firma de Obama antes del receso de cinco semanas.

Legisladores republicanos dijeron el martes que su proyecto parecía gozar de amplio apoyo, aunque algunos conservadores no ocultaron su oposición.

En cambio, la mayoría de los demócratas parecían resueltos a rechazarlo, en gran medida porque introduce cambios a una ley de 2008 que garantiza una audiencia judicial para menores no acompañados que lleguen a la frontera desde cualquier país que no sea México o Canadá.

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