WASHINGTON. Los republicanos se apresuran para aprobar una ley que autorice una demanda contra el presidente Barack Obama, a quien acusan de extralimitarse en sus funciones al sancionar la ley de atención de salud.
Se prevé una votación con disciplina partidaria —y abundancia de fuerte retórica partidista— cuando la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, debata la propuesta en las próximas horas.
Los demócratas califican la propuesta de intento sin fundamentos legales que costará a los contribuyentes millones de dólares en costas legales y otros gastos.
Dicen que se trata de una farsa política que apunta a despertar el entusiasmo de los votantes republicanos de cara a las elecciones legislativas de noviembre, así como un intento de la conducción republicana de apaciguar al ala más derechista de su partido, que quiere iniciarle juicio político al presidente, algo que el presidente de la cámara, John Boehner, ha dicho que no tiene intenciones de hacer.
"Esta demanda es el colmo de la frivolidad", dijo el representante demócrata Alcee Hastings de Florida el martes cuando la Comisión de Reglamento de la cámara se reunió para sentar las bases del debate del miércoles. "Lo que ustedes están haciendo es una locura".
Eso no les ha impedido a los demócratas enviar ruegos de fondos a sus partidarios con la advertencia de que los republicanos quieren impugnar a Obama. Con ese argumento, los demócratas recaudaron 1 millón de dólares el lunes, según su jefe de campaña legislativa, Steve Israel.
Los republicanos dicen que la demanda es válida porque Obama ha violado su deber constitucional de ejecutar fielmente las leyes. Dicen que ha aplicado las leyes a voluntad, lo cual implica un traspaso peligroso de los poderes del Congreso a la presidencia.