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Recuperación de Italia en riesgo por deuda pública

La deuda italiana fue el año pasado el 132.6 por ciento del producto interno bruto, la segunda más alta entre los 18 países de la zona del euro, y podría seguir creciendo.

ROMA. En el plan de Matteo Renzi de reducir los impuestos italianos y pagar a los proveedores del estado acecha el peligro de que la generosidad afecte los esfuerzos por reducir la deuda pública de 2.09 billones de euros (2.9 billones de dólares).

El nuevo primer ministro de Italia conquistó la aprobación de los sindicatos con su proyecto del 12 de marzo de reducir 10 mil millones de euros de impuestos a los trabajadores de menores ingresos, así como un suspiro de alivio de las firmas comerciales, a las que se prometió 68 mil millones de euros en pagos atrasados por parte del gobierno.

Sin embargo, inversores y economistas dicen que los cambios no pueden compensarse con los recortes presupuestarios de este año en momentos en que se pronostica que el producto interno bruto crecerá menos de uno por ciento. Si bien los costos crediticios declinaron a bajos niveles récord este año, las medidas impositivas y de gasto podrían afectar superávit presupuestario primario de Italia y afectar una recuperación después de más de dos años de recesión.

"El ratio deuda-PIB de Italia seguirá subiendo, por lo que tardará en alcanzar un máximo", dijo Marc Ostwald, un estratega de renta fija de Monument Securities Ltd. en Londres. "Dadas las crecientes críticas de la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, una deuda más alta significa que podría tenerse que revisar el plan de Renzi".

Deuda-PIB

La deuda italiana fue el año pasado el 132.6 por ciento del producto interno bruto, la segunda más alta entre los 18 países de la zona del euro, y podría seguir creciendo.

Reducir la deuda es vital para que el primer ministro, que tiene 39 años, conserve la credibilidad en los mercados financieros y el apoyo de Alemania, la economía más grande e influyente de la Unión Europea.

Italia debe tomar las "medidas necesarias" para cumplir sus objetivos fiscales, "en especial en lo relativo a empezar a reducir el ratio deuda-PIB", dijo la semana pasada el BCE en su boletín mensual. El banco, que tiene sede en Fráncfort, dijo que no se habían hecho avances tangibles respecto de la recomendación de la UE de reducir el déficit, que el año pasado seguía siendo de tres por ciento del PIB.

Renzi, que entró en funciones el 22 de febrero, dijo que el informe del BCE no tomó en cuenta sus planes. Su ministro de Hacienda, Pier Carlo Padoan, dijo el 10 de marzo que el pronóstico de expansión económica del nuevo gobierno para este año está cerca de la perspectiva de la UE de 0.6 por ciento.

Según el plan de Renzi, 10 millones de italianos quedarían comprendidos en la reducción del impuesto personal a los ingresos, que estaría acompañada de un recorte de 10 por ciento del gravamen regional a las empresas. El gobierno pagará las medidas con reducciones del gasto público, un incremento de algunos porcentajes a los aumentos de capital y menores costos de financiamiento de deuda, dijo. También contribuirá una mayor recaudación de impuesto al valor agregado como consecuencia del plan del estado de pagar su deuda comercial atrasada, agregó.

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