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Putin ve posibilidad de desquitarse de Obama en G-20


Reuters

Moscú.- A menos de tres meses desde que Vladimir Putin fuera presentado como un paria debido a Siria en la última gran reunión de líderes mundiales, el presidente ruso ha visto una oportunidad para desquitarse de Barack Obama.

El dilema del mandatario estadounidense sobre una respuesta militar a un supuesto ataque con gas en Siria significa que Obama será el que estará bajo mayor presión durante la cumbre del G-20 del jueves y viernes en San Petersburgo.

Obama decidió el sábado retrasar cualquier ataque inminente con la finalidad de buscar la aprobación del Congreso de Estados Unidos.

En una cumbre del G-8 en Irlanda del Norte en junio, Putin se vio aislado debido a su respaldo al presidente sirio, Bashar al-Assad, y Obama lo comparó posteriormente con un "niño aburrido en la parte de atrás de la sala de clases".

Putin ha ignorado la burla y ha mantenido su postura sobre Assad, desestimando las acusaciones de Obama de que fuerzas del Gobierno sirio realizaron un ataque con armas químicas el 21 de agosto.

Alentado por una creciente presión sobre los líderes estadounidense, francés y británico debido a Siria, el ex espía de la KGB ahora ha golpeado de vuelta con comentarios en que se refiere a Obama en forma irónica como Premio Nobel de la Paz y presenta la política global de Estados Unidos como un fracaso.

"Necesitamos recordar lo que pasó en la última década, el número de veces que Estados Unidos ha iniciado conflictos armados en varias partes del mundo. ¿Ha resuelto un solo problema?", preguntó Putin a los periodistas el sábado en la ciudad de Vladivostok.

"Afganistán, como dije, Irak (...) Después de todo, no hay paz allí, no hay democracia, que nuestros socios supuestamente buscaban", declaró durante una gira al lejano oriente ruso.

Putin lucía firme y confiado y negó la idea de que las fuerzas de Assad recurrieran a armas químicas cuando estaban ganando la guerra civil como "una absoluta tontería".

Tras meses de presión para que abandone a Assad, Putin está enviando un mensaje a Occidente respecto a que está listo para discutir sobre Siria en San Petersburgo y que ve la oportunidad para presentar a Estados Unidos como el chico malo del bloque.

"Por supuesto, el G-20 no es una autoridad legal formal. No es un sustituto del Consejo de Seguridad de la ONU, no puede tomar decisiones sobre el uso de la fuerza. Pero es una buena plataforma para discutir el problema. ¿Por qué no sacar ventaja de ello?", sostuvo.

"¿Juega en interés de Estados Unidos destruir nuevamente el sistema internacional de seguridad, los fundamentos de la ley internacional? ¿Va a fortalecer eso la posición internacional de Estados Unidos? Difícilmente", agregó.

FANFARRONEO DE PUTIN

Hubo un elemento de fanfarroneo en los primeros comentarios públicos de Putin sobre la disputa por el ataque con gas venenoso que mató a cientos de personas en áreas bajo control de rebeldes sirios.

Uno de sus objetivos es defenderse de críticas en la reunión de esta semana de las 20 economías desarrolladas y emergentes, incluyendo a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, en la que Siria probablemente opacará las conversaciones sobre la economía global.

Putin también parece estar decidido a dar una bofetada a Obama, quien canceló una cumbre entre Rusia y Estados Unidos planeada para esta semana después de que Moscú desafió a Washington al otorgar asilo por un año al ex contratista de la agencia de espionaje de Estados Unidos Edward Snowden.

El mandatario ruso aún se arriesga a enfrentar críticas por una ley que prohíbe la "propaganda gay" en la cumbre y es acusado en el exterior de reprimir a la oposición para reafirmar su autoridad tras registrarse las mayores protestas desde que fue elegido por primera vez como presidente en el 2000.

Pero la tensión por posibles ataques militares contra Siria ha asegurado que Obama sea el foco de la atención mundial en vez de Putin en vísperas del G-20, donde se considerarán temas como el crecimiento económico, el desempleo y la regulación financiera.

Moscú, que ha bloqueado esfuerzos previos en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para condenar a Assad y endurecer sanciones contra su Gobierno, también ha dejado claro que no respaldará medidas contra Damasco en la ONU.

Putin sostiene que el ataque químico pudo haber sido una provocación por parte de los rebeldes que luchan contra Assad, con el objetivo de acelerar una intervención militar estadounidense.
 

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