Reuters
Canberra.- El primer ministro australiano, Kevin Rudd, convocó elecciones generales para el 7 de septiembre, apenas seis semanas después de derrocar a la exlíder Julia Gillard en una votación en el seno de su partido, poniendo fin a tres turbulentos años en el poder del Gobierno laborista en minoría.
Rudd, que fue derrocado por su partido de centroizquierda en junio de 2010, ha recuperado algo de apoyo público desde que regresó, pero el líder opositor conservador Tony Abbott sigue siendo el favorito para ganar el poder.
El gobierno de Rudd podría caer si pierde uno de los 150 escaños del Parlamento. El Gobierno tiene 71 escaños, por 72 de la oposición, y un verde y seis independientes tránsfugas.
La oposición de Abbott ha prometido eliminar un impopular impuesto sobre el carbón y el hierro en los beneficios de las minas si es elegido.
Rudd volvió al cargo de primer ministro el 26 de junio cuando derrocó a Gillard. Un tercio del gabinete de la primera ministra también dimitió.
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