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Presidente de Yemen renuncia; se profundiza crisis

Abd-Rabbu Mansour Hadi dirigió una carta de renuncia al presidente del Parlamento, que pasará a ser jefe de Estado interino; el documento pedía "disculpas personalmente, así como a la honorable cámara y al pueblo de Yemen tras haber llegado a un callejón sin salida".

SANÁ. El presidente de Yemen, Abd-Rabbu Mansour Hadi, renunció a su cargo, informó una fuente gubernamental, profundizando la crisis del país días después de que los rebeldes houthi llevaron su ofensiva hasta el palacio presidencial.

Hadi, un aliado de Estados Unidos, dimitió de forma abrupta, poco después de que el primer ministro, Khalehd Baja, ofreciera la renuncia de su gobierno, diciendo que no quería verse arrastrado a un "laberinto político no constructivo".

Sus palabras fueron una aparente referencia a la pulseada entre el presidente y el poderoso movimiento musulmán chií houthi, que ha mantenido virtualmente preso a Hadi en su propia residencia oficial.

"Le pedimos disculpas personalmente, así como a la honorable cámara y al pueblo de Yemen tras haber llegado a un callejón sin salida", señaló la carta de renuncia de Hadi, citada por un portavoz gubernamental.

La misiva estaba dirigida al presidente del Parlamento, que pasará a ser jefe de Estado interino, según la Constitución.

La decisión de Hadi significó un abrupto giro, cuando dijo que estaba dispuesto a aceptar las demandas de los houthi para tener un mayor peso en los acuerdos constitucionales y políticos.

El anuncio pareció rebajar las crecientes diferencias entre Hadi y los houthi, cuyo ascenso al poder ha colocado a Yemen dentro de una amplia lucha sectaria que están combatiendo leales a Arabia Saudita e Irán en varias zonas de Oriente Medio.

La victoria houthi sobre los guardias presidenciales ya se había sumado al caos que vive un país en el que Estados Unidos está llevando a cabo también ataques con drones contra una de las filiales más poderosas de Al Qaeda.

El ascenso rebelde alteró el complejo entramado de alianzas tribales, religiosas y regionales de Yemen.

Sospechando de la complicidad de Irán, las autoridades suníes de Riad suspendieron casi toda su ayuda financiera a Yemen después de que los houthi se tomaron la capital.

En la provincia central de Marib, tribus locales aseguraron que estaban frenando a los houthi, que produce la mitad del petróleo del país y más de la mitad de su electricidad.

El brazo local de Al Qaeda respondió al ascenso houthi atacando a sus fuerzas, al igual que objetivos estatales, militares y del espionaje.

Los houthi son una secta chií zaidí opuesta a la línea dura de los islamistas suníes de Al Qaeda. No obstante, su ofensiva arriesga con exacerbar los sentimientos sectarios en la predominantemente suní Yemen.

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