NAIROBI.-El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, juró un segundo mandato poco después de que la policía antidisturbios lanzara gases lacrimógenos al convoy del líder de la oposición, Raila Odinga, que dijo a sus seguidores que juraría el cargo el 12 de diciembre.
Kenyatta ganó unas elecciones presidenciales repetidas el 26 de octubre que fueron boicoteadas por Odinga, que dijo que no eran libres ni justas. El Tribunal Supremo anuló las primeras elecciones presidenciales, en agosto, por irregularidades.
El discurso de Kenyatta reconoció que el extenso periodo electoral había dividido a Kenia, un aliado de Occidente en una región convulsa y de crecimiento ralentizado en la economía más rica del este de África.
"Las elecciones ahora sí que quedan atrás (...) Emplearé mi tiempo y energía para construir puentes", dijo Kenyatta a la multitud en un estadio deportivo en la capital del país, Nairobi, al comenzar su segundo mandato de cinco años. Añadió que los keniatas necesitaban "liberarse de la carga de los resentimientos pasados y (...) mantener el imperio de la ley".
Los seguidores de Kenyatta -que ganó con el 98 por ciento de los votos tras el boicot de Odinga- quieren que la oposición negocie, pero Odinga dice que hablar de unidad es lo mismo que rendirse.
El líder opositor acusa al partido en el poder de "robar" las elecciones, de corrupción desenfrenada, de ordenar abusos a las fuerzas de seguridad y dejar abandonadas amplias zonas del país, incluyendo la de Odinga, en el oeste.
"El 12 de diciembre tendremos una asamblea que me verá jurar el cargo", dijo Odinga a sus seguidores, reunidos en una carretera en el barrio de Eastlands, en Nairobi, después de que la policía cerrara el lugar en que había planeado una manifestación. Minutos después de que Odinga hablase, la policía antidisturbios roció con gases lacrimógenos a la multitud y cargó contra ella.
La oposición había planeado organizar una oración, diciendo que quería conmemorar las vidas de los seguidores de Odinga que murieron durante los choques con las fuerzas de seguridad en el periodo electoral. Más de 70 personas han muerto por la violencia política en este periodo electoral, sobre todo por la policía. Esas muertes no suelen ser investigadas.
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