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Policía retira último campamento de protestas en Hong Kong

El campamento levantado en la zona del Almirantazgo, estuvo 75 días ocupado; manifestantes abandonaron la zona, aunque docenas de estudiantes, legisladores pro democracia y simpatizantes se quedaron sentados en la calle.

HONG KONG. Las autoridades hongkonesas despejaron las últimas barricadas y tiendas de las protestas iniciadas hace dos meses y medio, pero las docenas de activistas y líderes estudiantiles a los que expulsaron de la zona ocupada prometieron que la lucha por más democracia no había terminado.

Cientos de agentes realizaron una metódica y pacífica operación para desmontar el punto de protestas que se extendía por una autopista normalmente ajetreada, junto al distrito financiero del enclave chino. Hong Kong cuenta con un régimen especial, aunque está sujeto a la soberanía china.

Los estudiantes y otros activistas protestan contra las restricciones impuestas por Beijing sobre las primeras elecciones a líder de la ciudad, aunque el movimiento ha ido perdiendo fuerza en las últimas semanas.

Cientos de manifestantes cumplieron las advertencias de la policía de que abandonarán la zona de protesta en el centro de Hong Kong, pero docenas de estudiantes, legisladores pro democracia y otras personas, incluyendo simpatizantes ancianos y de mediana edad, se quedaron sentados en la calle.

Los inconformes corearon lemas como "Quiero una democracia de verdad" y "Volveremos", pero no ofrecieron resistencia cuando se los apartó, uno a uno, en muchos casos cargándolos en volandas.

Entre los detenidos por la policía estaban el magnate mediático pro democracia Jimmy Lai, la cantante de pop cantonesa Denise Ho, el veterano activista pro democracia Martin Lee y legisladores partidarios de la democracia como Albert Ho.

Antes, grupos de trabajadores despejaron las barricadas que rodeaban el campamento y la policía entró para desmantelar las tiendas. Las autoridades habían advertido a los inconformes de que serían arrestados si se negaban a marcharse.

"Creo que el espíritu del movimiento aún vive, pero la idea de ocupar las calles se ha acabado", dijo el estudiante Andrew Chan, de 20 años, al marcharse del lugar. "Ni "siquiera podemos reunir una gran multitud que venga hoy para combatir a la policía que despeja el sitio".

Las tiendas y carpas donde se almacenaban el agua y otros suministros para los acampados yacían en montones entre periódicos viejos, sandalias, cajas de cartón y paraguas, que se convirtieron en un símbolo del movimiento de protesta porque los estudiantes los empleaban para defenderse del gas pimienta de la policía.

Uno de los líderes estudiantiles, Alex Chow, había animado a la multitud mientras se acercaba la policía, afirmando que su lucha no había terminado y que persistirían en la desobediencia civil en los próximos días.

"La gente volverá otra vez, volverá con más fuerza", afirmó.

Los manifestantes rechazan las restricciones de Beijing sobre las primeras elecciones a líder de la ciudad, previstas para 2017, pero no han conseguido ninguna concesión del gobierno de Hong Kong.

El campamento levantado en la zona del Almirantazgo
, al borde del distrito financiero, fue el corazón de las protestas, y estuvo 75 días ocupado.

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