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Policía creyó que disparos en Orlando eran acto terrorista

Según informes difundidos por fuerzas de seguridad estadounidenses, el suceso que protagonizo un atacante en el bar Pulse fue clasificado como un "evento especial de seguridad nacional", y el departamento de seguridad nacional cataloga así los posibles objetivos de terrorismo, entre otros hechos.

En los informes sobre incidentes difundidos el sábado, agentes de la policía del condado Orange describen que recibían información limitada sobre un "atacante activo" que disparaba un arma de fuego cuando acudieron a toda prisa a controlar el caos afuera del Pulse, el 12 de junio, en el que murieron 49 personas en la peor masacre en la historia de Estados Unidos.

El sargento David Legvold escribió que un superior le había indicado que el ataque a tiros estaba clasificado como un "evento especial de seguridad nacional que no debía ser discutido al exterior de las autoridades".

El Departamento de Seguridad Nacional federal designa así a los acontecimientos considerados posibles objetivos de terrorismo, protestas multitudinarias o actividades delictivas.


Otro agente describió que se ayudaba a las víctimas que salían de la entrada del club hasta que las autoridades reubicaron un "perímetro interior" por temor a un "posible artefacto explosivo improvisado".

En una llamada a la policía desde el club nocturno, el atacante, Omar Mateen, se declaró fiel al grupo que se hace llamar Estado Islámico. Las autoridades aseguran que no hay evidencia de que Mateen obedecía órdenes de algún grupo terrorista foráneo.

Las autoridades también han dicho que no han evidencias creíbles que fundamenten las versiones de que Mateen era gay o que estaba buscando relacionarse con otros hombres.

En otro informe, el agente policial Johnerick Sánchez relata cómo ayudó a las víctimas a salir del club, hasta que los comandantes ordenaron establecer un "perímetro interno" en el local por temor a "un posible artefacto explosivo improvisado".

Sánchez entonces se trasladó al ala occidental de club, donde ayudó a los sobrevivientes que escapaban del baño y el vestidor.

Otros policías describieron acudieron a auxiliar a sus colegas que pedían refuerzos, según unos 15 reportes enviados por correo electrónico por el portavoz de la policía Jeff Williamson.

Cuando los agentes llegaron al local, vieron a la gente ensangrentada, huyendo despavorida mientras otros, heridos a balazos, yacían en el suelo, dicen los documentos.

Los agentes relataron cómo escuchaban los disparos que venían desde dentro del Pulse, y cómo separaban a los lastimados según la gravedad de sus heridas y luego trasladaban a las víctimas a las unidades de paramédicos y ambulancias.

Los agentes se apresuraron en clausurar todos los accesos y salidas del Orlando Regional Medical Center, a donde muchas de las víctimas habían sido llevadas, tras recibir reportes erróneos de que había disparos allí. Los agentes además asumieron posiciones en el perímetro del club hasta que llegaron unidades SWAT, detuvieron a testigos, registraron los estacionamientos cercanos en busca de artefactos explosivos y cerraron las vías aledañas.

El departamento policial también fue llamado a ayudar a identificar algunas de las víctimas y sobrevivientes tras el ataque. En un reporte, el oficial David Scroggins escribe que se le pidió ir a la oficina forense y al centro médico para ayudar a identificar víctimas con un escáner de huellas digitales.

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