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Petróleo potencial de Cuba, enfrenta un desafío

Si Cuba se ubica cerca de los yacimientos de aguas profundas del Golfo de México, en los que habría hasta 15 mil millones de barriles, posee una compleja geología con rocas submarinas que representan un desafío tecnológico y económico.

El potencial petrolero de Cuba, calculado por el Servicio Geológico de Estados Unidos en 4 mil 600 millones de barriles, cifra sustancial pero no gigante para la industria, asiste a la posible restauración de los vínculos económicos y comerciales entre los dos países en un escenario difícil, dada la caída de los precios del crudo, los problemas técnicos para extraerlo y la competencia estadounidense y mexicana, factores por los que a largo plazo La Habana seguirá apostando a las energías renovables.

"Los operadores no van a llegar corriendo a Cuba", indicó Bob Fryklund, especialista de la firma IHS, y es que si bien la isla se ubica cerca de los yacimientos de aguas profundas del Golfo de México, en los que habría hasta 15 mil millones de barriles, posee a diferencia del resto de la cuenca una compleja geología con rocas submarinas que representan un desafío tecnológico y económico.

El crudo pesado cubano tiene un factor de recuperación de diez por ciento (diez barriles de cada cien extraídos) debido a su viscosidad y la porosidad de las formaciones rocosas donde se encuentra. En contraste, el área estadounidense tendría reservas diez veces superiores y los campos de México son considerados más grandes y mejor explorados.

Debido a que el embargo sigue en vigor, además, ningún equipo que contenga más de diez por ciento de partes fabricadas en EU puede ser vendido a Cuba o una de sus empresas contratistas.

Actualmente, Cuba produce 55 mil barriles diarios, un tercio a cargo de la empresa canadiense Sherritt International, cuando su consumo es de 155 mil; el déficit es cubierto por Venezuela en términos favorables, pero los problemas que atraviesa Caracas han puesto en duda la continuidad del abasto.

En julio, el vicepresidente cubano, Marino Murillo, declaró al Parlamento que para 2030 se espera reducir a 76 por ciento la generación de electricidad por petróleo, mediante plantas bioeléctricas, parques eólicos e instalaciones fotovoltaicas (solares).

Con información de Reuters.

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