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Periodista argentino reitera acusaciones contra el Papa



Notimex
 
Buenos Aires.- El periodista argentino Horacio Verbistky reafirmó hoy sus acusaciones sobre la complicidad del Papa Francisco con la dictadura argentina (1976-1983) y negó que formen parte de una "campaña anticlerical", como denunció El Vaticano.
 
El profesional agregó que la descalificación del vocero papal, Federico Lombardi, contra sus investigaciones publicadas en el diario argentino Página 12 "revela la continuidad de arraigadas tradiciones" en el seno de la Iglesia Católica.
 
"Es lo mismo que el ahora pontífice hizo hace 37 años con sus sacerdotes, aunque entonces implicaba un grave peligro", aseguró al recordar los vínculos del cardenal Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco, con el secuestro de 2 curas jesuitas.
 
El director del Centro de Investigaciones Legales y Sociales (CELS), 1 de los organismos de derechos humanos más importantes de Argentina, quedó envuelto en una polémica internacional desde la elección de Bergoglio como nuevo Pontífice.
 
Desde 1999, Verbistky, quien en los años 70 formó parte de la guerrilla Montoneros, retomó en varias ocasiones la historia del secuestro de los curas jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalosc, quienes denunciaron que Bergoglio los "entregó" a los militares.
 
A lo largo de varias columnas, el periodista explicó la complicidad que la jerarquía católica mantuvo con la represión y recordó el libro "Iglesia y Dictadura", escrito por el fallecido y respetado defensor de derechos humanos, Emilio Mignone.
 
"Las acusaciones contra Bergoglio fueron formuladas por primera vez antes de que existiera Página 12. Su autor fue Mignone... escribió que los militares limpiaron el patio interior de la Iglesia, con la aquiescencia de los prelados", apuntó.
 
Como las denuncias se multiplicaron a raíz del nombramiento del Papa Francisco, el vocero de El Vaticano aseguró que Bergoglio jamás había colaborado con la dictadura y denunció una campaña de la "izquierda anticlerical" del diario argentino Página 12.
 
Sin embargo, en su esperada columna de este domingo, Verbistky insistió en que el Papa actuó "siempre el doble juego, la admisión privada y la negativa pública", porque aparentó ayudar a los dos curas secuestrados, pero a sus espaldas, los denunció.
 
Recordó que los vínculos de Bergoglio con los represores no son meros dichos, ya que así lo prueban documentos oficiales como el que firmó el entonces director de Culto Católico de la cancillería, Anselmo Orcoyen, en 1979, y que hace años fue publicado en Página 12.
 
En ese escrito, Orcoyen explica que Bergoglio intercedió para tramitar ante él la renovación de pasaporte de Jalocs, quien se encontraba en Alemania y quería volver a Argentina sin temor de volver a ser secuestrado y torturado.
 
Sin embargo, Bergoglio le advirtió al funcionario de la dictadura que el cura jesuita había tenido "conflictos de obediencia", que había estado detenido en un centro clandestino y que contaba con "sospechosos contactos guerrilleros", o sea que lo había delatado.
 
Verbistky asumió que para la Iglesia sería demasiado sumar a Orcoyen a una conspiración y "por eso él y su portavoz callan sobre estos documentos y prefieren descalificar a quien los encontró, preservó y publicó".

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