NUEVA YORK.- Al menos mil 634 personas condenadas a pena de muerte fueron ejecutadas durante 2015, lo que supune un aumento de más del 50 por ciento con respecto al año anterior y la cifra más alta registrada por Amnistía Internacional (AI) desde 1989.
En su informe anual sobre pena de muerte, el organismo mundial no incluyó la cifra de ejecuciones en China, donde es probable que fueran ejecutadas miles de personas más, pero donde los datos sobre la pena capital se tratan como secreto de Estado.
Los cinco principales verdugos del mundo en 2015 fueron China, Irán, Pakistán, Arabia Saudita y Estados Unidos.
Tres países: Arabia Saudita, Irán y Pakistán, fueron responsables de casi el 90 por ciento de todas las ejecuciones registradas el año pasado pese a que, por vez primera, la mayoría de los países del mundo eran abolicionistas para todos los delitos, luego de que cuatro naciones prohibieron la pena capital en el periodo.
"El aumento de las ejecuciones del año pasado es sumamente preocupante. Nunca, en los últimos 25 años, habían sido ejecutadas tantas personas por sus Estados de todo el mundo. En 2015, los gobiernos continuaron arrebatando implacablemente la vida a muchas personas basados en la falsa premisa de que con la pena de muerte estamos más seguros", señaló Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional (AI).
"Afortunadamente, los países que llevan a cabo ejecuciones constituyen una pequeña minoría cada vez más aislada. La mayoría de los Estados ha dado la espalda a la pena capital, y en 2015 cuatro países más eliminaron por completo de su legislación esta salvaje forma de castigo", apuntó Shetty.
DECAPITACIÓN Y FUSILAMIENTO
En Pakistán no sólo continuó la oleada de homicidios sancionados por el Estado que había emprendido desde diciembre de 2014 tras levantar la moratoria de las ejecuciones de civiles. Más de 320 personas fueron enviadas a la horca en 2015.
En Irán fueron ejecutadas 977 personas en el mismo año, en la gran mayoría de los casos por delitos de drogas, mientras que en Arabia Saudita, el número de ejecuciones aumentó un 76 por ciento con respecto a 2014, cuando fueron ejecutadas al menos 158 personas por decapitación o fusilamiento, para la posterior exhibición del cadáver de la víctima en público.
Hubo también notables aumentos del número de ejecuciones registradas en otros países, como Egipto y Somalia. También el número de países que llevaron a cabo ejecuciones aumentó: de 22, en 2014, a 25, en 2015. Al menos seis países que no habían ejecutado a nadie en 2014 sí lo hicieron en 2015, entre ellos Chad, donde se llevaron a cabo ejecuciones por primera vez en más de un decenio.
Varios Estados, como Arabia Saudita, China e Irán, continuaron imponiendo condenas a muerte por delitos –como tráfico de drogas, corrupción, "adulterio" y "blasfemia"– que no cumplían el criterio jurídico internacional de "los más graves delitos" a que ha de estar restringido el uso de la pena de muerte según el derecho internacional.
En contraparte, por vez primera, la mayoría de los países del mundo, 102, han abolido ya por completo la pena de muerte. En total hay en todo el mundo 140 Estados abolicionistas en la ley o en la práctica.