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Partido izquierdista Syriza se encamina a histórico triunfo electoral en Grecia

La victoria de Syriza mplicaría el primer Gobierno en la zona del euro abiertamente comprometido con la eliminación de las condiciones de austeridad establecidas en rescate respaldado por la UE y el FMI.

ATENAS.- Los griegos votan este domingo en una histórica elección que se espera lleve a la formación de un Gobierno liderado por el partido de izquierda Syriza, que ha prometido replantear los términos de endeudamiento del país con organismos internacionales y revertir las dolorosas medidas de austeridad.

De la mano de un enorme descontento popular, una victoria de Syriza -que lidera los sondeos de opinión desde hace meses- implicaría el primer Gobierno en la zona del euro abiertamente comprometido con la eliminación de las condiciones de austeridad establecidas en rescate respaldado por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.

Un triunfo de Syriza además representaría otra sacudida para Europa, después de que el Banco Central Europeo anunció la semana pasada una enorme inyección de dinero al bloque de la moneda única con el fin de apuntalar una economía que flaquea.

Las mesas de votación abrirán a las 07.00 (0500 GMT) y tienen previsto cerrar doce horas más tarde. El primer sondeo a boca de urna se daría a conocer inmediatamente después del cierre de las mesas.

Aunque se espera que Syriza constituya el grupo más grande en el Parlamento de 300 escaños, no está claro si el partido estará en condiciones de formar un Gobierno por sí solo o si tendrá que constituir una coalición con uno o más partidos más pequeños.

Las últimas encuestas de opinión difundidas el viernes dieron al partido liderado por Alexis Tsipras, de 40 años, una ventaja de hasta 6.7 puntos con un rango esperado de votos de 31.2 a 33.4 por ciento, muy cerca del nivel que se requiere para una victoria rotunda.

Tres de cuatro sondeos de opinión mostraron a Syriza ampliando la ventaja sobre el partido de centro derecha Nueva Democracia del primer ministro Antonis Samaras.

Después de su crisis más severa desde la caída de la junta militar de 1974, la economía griega se ha contraído cerca de un 25 por ciento, miles de empresas y negocios han cerrado, los salarios y las pensiones han sido recortadas y el desempleo entre los jóvenes se ha empinado sobre el 50 por ciento.

Al mismo tiempo, la enorme deuda pública del país ha trepado desde un 146 por ciento del Producto Interno Bruto en el 2010 a un 175,.5 por ciento el año pasado, el segundo porcentaje más elevado a nivel mundial.

La economía griega emergió de la recesión el año pasado por primera vez en seis años y el desempleo comenzó a caer levemente, aunque pueden pasar años antes de que el país se recupere.

El lema de la campaña de Tsipras "La esperanza viene" ha resonado entre los votantes afectados por las medidas de austeridad, pese a las advertencias de Samaras de que un eventual Gobierno de Syriza podría llevar a Grecia a la bancarrota.

"Nosotros votamos por Alexis Tsipras para terminar con esta miseria", dijo Stavroula Gourdourou, una madre desempleada que planea apoyar a Syriza por primera vez en los occisiones del domingo. "Esto es suficiente! No los dejaremos destruir a nuestros niños".

Renunciando a parte de su retórica más extrema, Tsipras ha prometido mantener a Grecia dentro de la zona euro y ha descartado la amenaza de romper en pedazos los requerimientos pactados para el rescate de 240 mil millones de euros que recibe el país.

Sí se ha comprometido a renegociar un acuerdo con la troika formada Comisión Europea, el BCE y el Fondo Monetario Internacional, pese a las claras señales de que algunos socios del bloque -incluyendo a Alemania- se opondrían a ese planteamiento.

Además, quiere subir el salario mínimo, reducir los precios de la electricidad para las familias de bajos ingresos, recortar impuestos y revertir las disminuciones a las pensiones y a los sueldos del sector público.

Los mercados financieros han estado inquietos de cara a la elección, aunque el programa de compra de activos del BCE y la confianza en que un Gobierno liderado por Syriza pueda comprometerse con sus acreedores impulsó en algo el ánimo la semana pasada.

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