Reuters
Roma.- La alianza de centro izquierda de Italia logró estrechas victorias el sábado en las votaciones para nuevos líderes del Parlamento, pero su frágil margen de éxito dejó en evidencia lo difícil que le será formar un Gobierno estable luego de las elecciones no concluyentes del mes pasado.
El nombramiento de los líderes legislativos fue el primer acto del Parlamento desde los comicios de febrero, en los que la alianza de centro izquierda de Pier Luigi Bersani obtuvo la mayoría en la Cámara baja pero no pudo controlar el Senado ni formar un Gobierno por sí solo.
El resultado deja a Italia en una parálisis política y reavivó los temores de que los mercados de bonos empiecen a desestabilizarse, generando turbulencias y poniendo en riesgo la capacidad del Gobierno de gestionar la deuda pública del país de 2 billones de euros.
Tras un tenso día en el Parlamento, los candidatos de la centro izquierda Laura Boldrini y Piero Grasso, el ex juez anti mafia, fueron elegidos como presidentes de la Cámara baja y el Senado luego de que otros partidos se negaran a aceptar los puestos a cambio de apoyar un Gobierno liderado por Bersani.
Sin una mayoría clara en el Senado, el líder del Partido Democrático (PD), Bersani, tuvo que depender de abstenciones y de un puñado de votos de otros grupos, incluyendo al contestatario Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo y a los centristas liderados por el primer ministro Mario Monti.
Grasso de todas formas no obtuvo una mayoría absoluta en la Cámara alta.
Aunque ahora la centro izquierda cuenta con los influyentes puestos de líderes legislativos, el resultado destacó el fracaso de Bersani en lograr un acuerdo más amplio que le hubiera permitido formar un Gobierno.
Las votaciones hicieron poco por acallar las especulaciones respecto a que Italia podría tener que regresar a las urnas dentro de unos meses.
"Sabemos que Bersani y el PD no pueden formar un Gobierno", dijo después de la votación Maurizio Gasparri, un cercano aliado del ex primer ministro Silvio Berlusconi de la centro derecha.
Consciente de la amenaza de inestabilidad, el presidente Giorgio Napolitano emitió un comunicado diciendo que Monti permanecería en el poder hasta la formación del nuevo Gobierno.
"Es importante que (...) en el ejercicio de cualquier iniciativa que sea posible y necesaria, especialmente para la economía y el empleo, el Gobierno permanezca bajo el liderazgo con autoridad de Mario Monti hasta que se establezca una nueva administración", afirmó Napolitano en la declaración.
Ahora depende de Napolitano buscar una salida al "impasse" que recuerda a los breves y ineficientes gobiernos italianos posteriores a la Segunda Guerra Mundial. El presidente comenzará sondeando a los líderes de partidos el miércoles para determinar si pueden forjar una mayoría factible.
El mandato de Napolitano termina el 15 de mayo y una de las mayores tareas que encara el Parlamento será elegir un sucesor, un proceso que empezará a mediados de abril y que podría llevar a Bersani a intentar buscar un acuerdo con los centristas.
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