LONDRES.- Por sus declaraciones que incitan al odio racial, el Parlamento británico debatió por tres horas si se debía prohibir o no la entrada al Reino Unido del precandidato republicano Donald Trump, a quien calificó de "bufón, misógino y estúpido".
En la sesión no hubo votación, porque la potestad de declarar persona "non grata" a un ciudadano por ese motivo corresponde a la ministra del Interior, Teresa May, pero el parlamento está obligado a debatir cualquier petición ciudadana que se le dirija y reúna 100 mil firmas.
El magnate estadounidense, puntero en las encuestas en Florida con 12 puntos, provocó el enojo de los británicos al declarar en diciembre "que partes de Londres están radicalizadas y la policía teme por su vida".
AUREA DE VÍCTIMA
En la sesión, el diputado laborista Paul Flynn, se pronunció contra la prohibición y dijo que "el peligro de atacar a este hombre es que podemos acabar dándole un aura de víctima; lo que sería un grave error".
La diputada del Partido Nacionalista Escocés (SNP) Tasmina Ahmed-Sheikh defendió en cambio que el veto estaría justificado.
Antes del debate, tanto el primer ministro británico, el conservador David Cameron, como el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, habían descartado defender un veto a Trump. El gobierno de Gran Bretaña ha vetado a más de 200 personas el ingreso al país.