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A partir de hoy, El Vaticano tendrá una comisión especial encargada de vigilar la estructura económica, financiera y administrativa de la sede apostólica, lo cual evitaría que se dieran casos como el de Nunzio Scarano, el clérigo que vivía en la opulencia extrema, en una casa decorada con columnas romanas y exclusivas obras de arte.
Así lo determinó el Papa Francisco en una minuta que contiene una reforma cuyo objetivo principal es alcanzar "una simplificación y racionalización de los organismos existentes", así como "una más atenta programación de las actividades económicas de todas las administraciones vaticanas".
El documento, conocido técnicamente como "quirógrafo", establece que la comisión de referencia recogerá informaciones puntuales y deberá cooperar con los 8 cardenales elegidos por el Pontífice en abril pasado como parte de un consejo personal de gobierno.
Formada por 8 miembros, la comisión de expertos ofrecerá el soporte técnico y especializado para elaborar soluciones estratégicas de mejoramiento, encaminadas a evitar el desperdicio de recursos económicos.
La reforma favorecerá la transparencia en los procesos de adquisición de bienes y servicios, coadyuvará a perfeccionar la administración del patrimonio mueble e inmueble y a actuar cada vez con mayor prudencia en el ámbito financiero.
Asimismo, deberá asegurar una correcta aplicación de los principios contables y garantizar la asistencia sanitaria y previsión social a todos los que tengan derecho.
Según informó la Secretaría de Estado del Vaticano, de todos los integrantes sólo uno es sacerdote: el español Lucio Ángel Vallejo Balda; los restantes siete son especialistas en diversas disciplinas.
El presidente del grupo será Joseph F.X. Zahra (Malta) y los otros miembros: Jean-Baptiste de Franssu (Francia), Enrique Llano (España), Jochen Messemer (Alemania), Francesca Immacolata Chaouqui (Italia), Jean Videlain-Sevestre (Francia) y George Yeo (Singapur).
La reforma indica que "el secreto profesional y otras eventuales restricciones establecidas por el ordenamiento jurídico no inhiben o limitan el acceso de la comisión a documentos, datos e información necesarias al desarrollo de las tareas confiadas".
Determina además que el grupo informará directamente al Papa, le entregará los resultados de sus pesquisas y también está obligado a depositar el entero archivo, tanto impreso como digital, a la conclusión de su mandato.
Dicho grupo podrá contar con la colaboración de expertos y de empresas de consultoría, que pueden ser identificados en diversas partes del mundo o en el mismo Vaticano, siempre y cuando no entren en conflicto con las investigaciones mismas.
La comisión iniciará sus trabajos lo antes posible. Su primera reunión tendrá lugar al regreso del viaje del Sumo Pontífice a Brasil, previsto para la semana próxima.
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