EL VATICANO.- El Papa Francisco dio el visto bueno para que el Palacio de Castel Gandolfo, la residencia veraniega de El Vaticano, estuviera abierta a los turistas.
Antonio Paolucci, director de los museos vaticanos, informó que Francisco ha querido poner a disposición del gran público "el arte esplendoroso y la gloria de la naturaleza que se han casado con equilibro admirable".
Con esta decisión, el pontífice reforzó su decisión de no pasar sus vacaciones en la residencia veraniega de la Santa Sede, finca de 55 hectáreas ubicada a orilla del Lago de Albano, a 25 kilómetros al sur de Roma.
El complejo está conformado por tres antiguas residencias y posee monumentales jardines ornamentales a la italiana y restos arqueológicos de la Antigua Roma.
Gran parte del terreno está destinado a una empresa agrícola que incluye producción de leche, cultivo de frutas y verduras biológicas, además de producción de miel de abeja.
Hasta ahora, sólo los cardenales y algunos empleados de la Santa Sede podían visitar la residencia, que durante las vacaciones de verano era ocupada por el Papa, como ocurrió durante años con Juan Pablo II y Benedicto XVI.
En agosto de 2013, Francisco no se hospedó en dicha localidad, ya que prefirió quedarse en su residencia ubicada dentro de los Jardines Vaticanos.
Los recorridos se pueden realizar a partir del 1 de marzo en grupos de 15 visitantes a 450 euros (aproximadamente 8 mil 200 pesos), a razón de 25 euros, (455 pesos por persona).