Mundo

Visita del Papa a EU, oportunidad para limar asperezas

La visita del líder de la Iglesia católica, que se realizará en septiembre próximo, podría reunir a más de millón de fieles para verlo; además un 74% de los no católicos en Estados Unidos ven a Francisco de manera favorable, mientras que un 93% de los católicos comparten esa posición.

El Papa Francisco ha electrizado a los católicos en Estados Unidos con el tono abierto y tolerante que impuso al cargo y su primera visita, prevista para septiembre de este año, convocaría a más de un millón de fieles que esperan verlo en persona.

El líder de una iglesia con mil 200 millones de fieles también enfrentará el reto de mejorar las relaciones con los católicos conservadores en Estados Unidos, que han expresado consternación con la postura del Papa respecto a temas como el aborto y el matrimonio homosexual, a los que la Iglesia se opone pero sobre los que Francisco sostiene que no hay que obsesionarse.

Filadelfia comenzó los preparativos hace más de un año para la visita del pontífice en septiembre, al final del Encuentro Mundial de Familias de una semana de duración.

A la misa al aire libre que se realizará en la escalinata del principal museo de arte de la ciudad llegarían 1.5 millones de fieles, dijo Donna Farrell, directora ejecutiva del encuentro.

"Lo que me fascina es el grado en que captado la atención de católicos y no católicos. Me encuentro en reuniones sociales con no católicos hablando sobre el Papa, y es objeto de gran esperanza", dijo Mark Mullaney, presidente de Voice of the Faithful, una organización católica laica fundada en Boston en el 2002 en respuesta al escándalo sexual del clero.

"Él está abriendo puertas y ventanas que no han sido abiertas en mucho tiempo, y alentando la discusión", agregó.

Un 74 por ciento de los no católicos en Estados Unidos ven a Francisco de manera favorable, mientras que un 93 de los católicos comparten esa posición, según una encuesta del 2014 del Centro de Investigación Pew. Ambos números están muy por encima de la aprobación mundial del 60 por ciento.

Francisco es también más popular con los casi 76 millones de católicos estadounidenses que su predecesor Benedicto XVI, según Pew, aunque no tan apreciado como Juan Pablo II, quien tuvo el papado por más de un cuarto de siglo hasta su fallecimiento en el 2005. Fue canonizado en el 2014.

Juan Pablo II, un defensor de los derechos humanos, congregó más de un millón de personas en eventos al aire libre durante sus cinco visitas formales a Estados Unidos, mientras que el viaje de Benedicto XVI en el 2008 fue de una escala mucho menor.

Francisco se ha ganado elogios por su decisión de vivir en una casa simple del Vaticano y no en el palacio que sus predecesores llamaron hogar durante siglos. También cautivó a los estadounidenses al mostrar un lado más tolerante de la iglesia, respondiendo a una pregunta sobre homosexualidad: "Si una persona es gay y busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgar?".

Como sus predecesores, Francisco ha utilizado su influencia para mejorar las relaciones diplomáticas entre países y tuvo un rol clave en la reanudación de los vínculos entre Cuba y Estados Unidos el mes pasado.

Francisco escribió cartas personales instando al acercamiento a los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, y permitió que se llevaran a cambo negociaciones secretas en el Vaticano.

Antes de su visita a Asia esta semana, Francisco instó a un diálogo similar entre Corea del Norte y Corea del Sur.

FRICCIÓN CON CONSERVADORES

Si bien Francisco no ha cambiado las enseñanzas de la iglesia sobre homosexualidad, su disposición a discutir ese y otros temas ha molestado a algunos católicos conservadores estadounidenses.

Su anfitrión en Filadelfia, el arzobispo Charles Chaput, generó una polémica el año pasado cuando dijo que los sínodos sobre temas familiares convocados por el Vaticano habían confundido a algunas personas sobre las enseñanzas de la Iglesia, añadiendo que la "confusión es del diablo y me parece que la imagen pública que se transmitió es de confusión".

Algunos vieron el comentario como una crítica a Francisco, aunque Chaput desde entonces ha dicho que esas palabras fueron sacadas de contexto y que estaba "encantado" con la visita del Papa.

Otros católicos conservadores que han expresado preocupación sobre la postura de Francisco incluyen al obispo Thomas Tobin de Providence, Rhode Island.

"Al Papa Francisco le gusta 'hacer lío'. Misión cumplida", escribió Tobin sobre el último sínodo.

"Definitivamente existe tensión", que Francisco posiblemente quiera calmar, dijo el sacerdote James Bretzke, profesor de teología moral en la universidad Boston College y, como el papa, miembro de la orden jesuita.

"Lo que el Papa Francisco puede hacer es solidificar su base entre los (obispos) más centristas y de centroizquierda y dejar claro que no quiere castigar ni excluir a nadie, pero también dejar claro que continuará con su posición básica, que es un enfoque pastoral de acercamiento", dijo Bretzke.

Algunos católicos conservadores negaron que Francisco haya cambiado tanto a la iglesia, diciendo que los católicos más progresistas se apuraban a concluir que su disposición a discutir temas polémicos era señal de próximos cambios en el dogma de la institución religiosa.

"Es despreciable que tantos católicos izquierdistas se suban al carro. Estoy indignado por la manera en que los católicos han analizado cada palabra", dijo William Donohue, presidente de la Liga Católica. "Si uno mira su postura (del Papa), digamos sobe matrimonio y aborto, no hay nada que sea diferente de sus predecesores", afirmó.

También lee: