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Países afectados por ébola enfrentan también amenaza alimentaria

El cerco por aire, mar y tierra como medida precautoria para detener la propagación del virus ya hace evidentes las primeras consecuencias: los alimentos escasean y se encarecen, sumando con ello una calamidad más al continente africano.

DAKAR, Senegal.- Los alimentos en los países afectados por el ébola son cada vez más caros y empezarán a escasear debido a que muchos agricultores no tienen acceso a los campos, justo cuando van a iniciar algunas cosechas de granos, alertó la agencia alimentaria de la ONU.

Un brote de ébola en África occidental ha matado a más de mil 500 personas en Guinea, Liberia, Sierra Leona y Nigeria, y las autoridades han acordonado ciudades enteras en un intento por detener la propagación del virus.

Los países vecinos han cerrado las fronteras terrestres y muchas aerolíneas han suspendido los vuelos desde y hacia los países afectados. Los puertos marítimos están viendo menos actividad, restringiendo las exportaciones de alimentos hacia los países más afectados.


Estos límites a la circulación humana para contener el avance de la enfermedad han influido directamente el el precio y volumen de los alimentos, lo que ha creado compras de pánico, en particular en las ciudades, advirtió el Sistema Mundial de Información y Alerta (SMIA).

Varios de esos países —Guinea, Liberia y Sierra Leona— dependen de los granos importados para alimentar a su población, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

En un mercado de Monrovia, la capital liberiana, el precio de la raíz de yuca, un alimento básico en muchas dietas de África occidental, subió 150 por ciento.

"Incluso antes del brote de ébola, los hogares de algunas de las zonas afectadas ya gastaban hasta 80 por ciento de sus ingresos en alimentos", dijo Vincent Martin, quien coordinan la respuesta de la agencia a la crisis. "Ahora estos últimos aumentos en los precios están poniendo los alimentos totalmente fuera de su alcance".

La ONU ha dicho que 1.3 millones de personas en Guinea, Liberia y Sierra Leona necesitarán ayuda para poder alimentarse en los próximos meses.

Es casi seguro que la situación empeore, agregó la FAO, debido a que las restricciones de movimiento impiden que los agricultores acudan a los campos, justo cuando la cosecha de arroz y maíz debe comenzar en unas semanas.

La Organización Mundial de la Salud está pidiendo a los países vecinos que reabran las fronteras, pues ello impide que los suministros lleguen a las personas desesperadas. Costa de Marfil decidió la noche del lunes mantener cerradas sus fronteras con Guinea y Liberia, pero dijo que abrirá un corredor humanitario para permitir que lleguen los suministros.

El SMIA, dependiente de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), recordó que había pronósticos de cosechas favorables para esta temporada en esos países, pero ahora podría haber una seria reducción.

Otros cultivos que apoyan el ingreso de familias de la zona, como aceite de palma, cacao y caucho, también se espera que resulten afectados.

Bukar Tijani, representante regional de la FAO para África, precisó que la inseguridad alimentaria se intensificará en los próximos meses, con impacto duradero en los medios de vida de los agricultores y las economías rurales.

Guinea, Liberia y Sierra Leona son importadores netos de cereales, por lo que el cierre de fronteras, el aislamiento de zonas limítrofes donde coinciden los tres países, y menor comercio por los puertos marítimos, crea escasez de suministros y bruscas subidas del precio de los alimentos.

Las alzas de precios colocan a los alimentos fuera del alcance de las familias de las áreas afectadas, lo que a su vez puede impactar la contención de la enfermedad, convirtiéndose estos dos factores en un mortal círculo vicioso.

Ante esa situación, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha puesto en marcha una operación de emergencia regional con 65 mil toneladas de alimentos para 1.3 millones de personas.

Además, la FAO indicó que se requieren evaluaciones rápidas para identificar medidas que mitiguen la escasez de mano de obra durante y después de la cosecha.

También hacen falta medidas para reactivar el comercio interno, esenciales para aliviar las restricciones de oferta y suavizar el aumento de precios.

Con información de Notimex y AP.

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