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El relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para Corea del Norte, Marzuki Darusman, urgió a establecer un mecanismo de investigación sobre posibles crímenes contra la humanidad cometidos en Corea del Norte.
Al presentar su informe ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Darusman urgió a establecer un "mecanismo de investigación con suficientes recursos que documenten patrones de violaciones sistemáticas y generalizadas de derechos humanos que pueden constituir crímenes de lesa humanidad.
Darusman señaló que principalmente hay 9 patrones generalizados que se interrelacionan entre sí en materia de violaciones a los derechos humanos en el país asiático. Entre ellos, la violación al derecho a la vida, el derecho a la alimentación con especial énfasis en la "crisis alimentaria endémica, torturas y malos tratos, detención arbitraria y severas violaciones relacionadas a los campos de prisioneros.
Asimismo, el experto enumeró marcada discriminación, violación de la libertad de expresión y otras libertades conexas, como restricción a la libertad de circulación, trato abusivo a los ciudadanos devueltos por la fuerza y las desapariciones forzadas en la forma de secuestros a extranjeros.
Además, mencionó un temor justificado de que las autoridades tomen represalias contra familiares de testigos que pudieron escapar del país, por lo que no se sienten libres de mencionar ciertos detalles de los abusos que han padecido.
Es por ello que el relator especial consideró necesaria una investigación exhaustiva sobre estas violaciones.
El embajador norcoreano So Se Pyong al tomar la palabra ante el pleno negó categóricamente el informe del relator especial. Consideró que el informe ha sido realizado con testimonios y documentación "inventados y que fue realizado con el fin de "sabotear nuestro sistema socialista y crear presión internacional con pretexto de defender los derechos humanos.
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