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Ola de venezolanos llega a Panamá escapando de la economía de Maduro

Un éxodo que comenzó durante el gobierno del extinto presidente Hugo Chávez ha recibido nuevo impulso en la gestión de Nicolás Maduro por la crisis en la que se encuentra Venezuela.

Leonardo Zambranok, que abandonó Venezuela hace casi tres años por un empleo en marketing en Procter Gamble Co. en Panamá, ha observado la ola de protestas violentas en su país y dice que sabe que tomó la decisión acertada.

"Todos dijeron que cometía un gran error porque aún ganaban mucho dinero", dijo Zambranok, de 27 años, el cual, como otros venezolanos que huyen de la inestabilidad política y económica, pensó que el traslado sería temporario. "Ahora (el país) es más inseguro que nunca, y la gente joven está desesperada por irse".

Un éxodo que comenzó durante el gobierno del extinto presidente Hugo Chávez ha recibido nuevo impulso en la gestión de Nicolás Maduro, que prometió extender las políticas socialistas de su predecesor luego de ganar las elecciones en abril. Los venezolanos que están en Panamá pronostican que los seguirá una nueva ola de jóvenes de clase media que buscan empleo como consecuencia de la escasez de productos básicos, la creciente inflación y las manifestaciones antigubernamentales que han dejado un saldo de por lo menos 41 muertos desde febrero.

Dado que Panamá ofrece estrechos vínculos culturales, leyes de inmigración más abiertas y abundancia de empleos, el país ofrece algunas ventajas en comparación con destinos tradicionales como el sur de Florida, dicen los venezolanos.

El organismo de inmigración de Panamá dijo que 233 mil 921 venezolanos ingresaron al país como visitantes o para trabajar el año pasado, un marcado aumento respecto de los 147 mil de 2010, lo que puede compararse con las alrededor de 223 mil visas de inmigrantes y no inmigrantes que emitieron el año pasado los Estados Unidos para venezolanos, según el Departamento de Estado. Los venezolanos que buscan trabajo en Panamá suelen ingresar con visa de turistas y cambiar luego su situación.

ELEMENTOS FAMILIARES

Panamá también ofrece a los venezolanos muchos de los elementos con los que están familiarizados. En Ciudad de Panamá hay decenas de panaderías, centros de yoga y restaurantes que dirigen venezolanos.

Los paquetes de televisión por cable comprenden Globovisión, un canal venezolano enfrentado al gobierno socialista desde la época de Chávez.

En Ciudad de Panamá suelen verse autos que llevan leyendas como "SOS Venezuela", una consigna de los manifestantes que se oponen a Maduro. En los partidos de fútbol de la capital, dijo Zambranok, las conversaciones van de las penurias en su país de origen a las oportunidades en el nuevo entorno, donde cada vez son más los conocidos que buscan empleo.

"La nuestra es una cultura de relaciones, en la que se conoce a alguien que a su vez conoce a alguien que puede ayudarnos", dijo Zambranok. Muestra la foto de un amigo ante envases de mayonesa en un supermercado de Caracas, tomada en medio de la reciente escasez de productos. "Cuando se consigue mayonesa, es una gran noticia. Es absurdo".

El Ministerio de Información de Venezuela no contestó un mensaje de Bloomberg News sobre la emigración a Panamá y otros países.

LA INFLACIÓN MÁS ALTA

Durante la gestión de Maduro, la inflación venezolana ha aumentado a 57 por ciento, la más alta del mundo. En la cuarta mayor economía de América Latina, no había existencias de uno de cada cuatro productos básicos en enero, según el banco central, que ha dejado de difundir datos actualizados sobre desabastecimiento. El gobierno permitió el mes pasado que el bolívar se debilitara 88 por ciento en un nuevo mercado cambiario en el marco de una estrategia para incrementar la provisión de dólares del mayor exportador de petróleo de Sudamérica.

Entre Colombia y Costa Rica, Panamá atrae a los trabajadores con un crecimiento económico que ha promediado 9 por ciento anual desde 2008 a medida que avanza la expansión de 5 mil 250 millones de dólares de su canal. Eso ha generado inversiones en bancos, minería y bienes raíces, lo que comprende un nuevo hotel Hard Rock, y ha creado más empleos.

"Hemos tenido que abrir nuestra política de inmigración para atraer más mano de obra calificada", dijo el ministro de Hacienda de Panamá, Frank De Lima, en una entrevista del 9 de abril.

INVERSIÓN VENEZOLANA

En momentos en que el desempleo llega a un bajo nivel récord de 4.1 por ciento, el organismo de inmigración de Panamá dijo este mes que ha legalizado a unos 50 mil trabajadores extranjeros desde 2010 en una serie de registros abiertos llamados "crisoles". De los 5 mil 72 trabajadores extranjeros aprobados en el crisol de abril, 603 eran venezolanos, la cuarta mayor cantidad luego de los inmigrantes procedentes de Colombia, República Dominicana y Nicaragua.

El gobierno también flexibilizó las exigencias para la obtención de la residencia a inmigrantes de más de 40 países que la nación centroamericana considera amigos. Los ciudadanos estadounidenses y de otros países pueden trabajar en Panamá o crear una empresa tan sólo mediante la apertura de una cuenta bancaria local de 5 mil dólares.

Venezuela no integra esa lista. A pesar de ello, Panamá ha "experimentado un incremento de la inversión, las compañías y los emprendedores de Venezuela en los últimos dos años", dijo De Lima.

Santiago Medina, un operador de bolsa venezolano de 27 años, dijo que Maduro había desterrado toda aspiración de regresar a su país.

MÁS CÓMODO


"Me gustaría volver, pero en este momento hay demasiada incertidumbre', dijo Medina, que se trasladó a Panamá en 2008 y trabaja en Banco General SA. "Aquí estoy mucho más cómodo".

Panamá experimentó un aumento de las solicitudes de licencias de operación venezolanas luego de la represión que lanzó Chávez en 2010 contra las firmas financieras, la cual dejó un saldo de 11 operadores encarcelados. Ocho de cada 12 firmas que solicitaron licencias en ese momento procedían de Venezuela, según el organismo regulador de seguridad de Panamá.

Si bien Medina y Zambranok consiguieron visas a través de sus empleadores, otros venezolanos dijeron que habían encontrado su primer empleo mientras vivían en el país con visa turística de seis meses y que luego solicitaron trabajar legalmente.

Zambranok, que aceptó alborozado una oferta de traslado cuando su compañía expandió sus oficinas en Ciudad de Panamá, dijo que la transición le ha resultado mucho más fácil de lo que habría sido en el sur de Florida.

"Panamá sigue siendo América Latina. Aquí todo es mucho más distendido", dijo.

También hay mucha demanda de trabajadores. En la economía de 36 mil millones de dólares de Panamá, el 38 por ciento de los empleadores tuvo dificultades para cubrir vacantes el año pasado. Los trabajadores que más falta hacen son representantes de ventas y personal de soporte técnico, según una encuesta de ManpowerGroup.

FRONTERAS ABIERTAS

Con la expansión del canal, que tiene 100 años de antigüedad, Panamá podría liderar el crecimiento económico latinoamericano con un ritmo de 7 por ciento, en comparación con una contracción de 1 por ciento de Venezuela, pronosticó el Banco Mundial en un informe del 9 de abril.

La migración se produce en un contexto de creciente tensión con el gobierno venezolano. Maduro interrumpió en marzo las relaciones diplomáticas y comerciales con Panamá y acusó al presidente Ricardo Martinelli de impulsar una intervención extranjera que, según dijo, era la responsable de las protestas de este año.

Martinelli ha prometido mantener las fronteras abiertas a los venezolanos, en tanto exige que el mayor exportador de petróleo de América Latina pague mil millones de dólares de deuda que debe a compañías panameñas.

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