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Obama da un paso atrás sobre acción inmediata contra Siria


Reuters

Washington.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dio pie atrás el sábado de realizar un ataque inminente contra Siria con la finalidad de buscar la aprobación del Congreso estadounidense, en una decisión que probablemente retrase una acción del país en al menos 10 días.

En declaraciones en la Casa Blanca, Obama dijo que autorizó el uso de la fuerza militar para castigar a Siria por un ataque con armas químicas del 21 de agosto que funcionarios estadounidenses aseguran que mató a 1,429 personas.

Los activos militares para realizar un ataque ya están posicionados y listos para actuar a sus órdenes, sostuvo.

Pero en un reconocimiento a protestas de legisladores estadounidenses y a preocupaciones de una ciudadanía cansada de guerras, el mandatario agregó un aviso importante: quiere que cualquier acción sea previamente aprobada por el Congreso.

El Congreso se encuentra actualmente en receso y no tiene programado volver a operar hasta el 9 de septiembre.

"Hoy estoy pidiendo al Congreso que envíe un mensaje al mundo de que estamos listos para movernos como una nación", sostuvo Obama.

La decisión del mandatario demócrata fue una gran apuesta a que puede obtener la aprobación del Congreso para lanzar un ataque limitado contra Siria para salvaguardar una prohibición internacional contra el uso de armas químicas, resguardar intereses para la seguridad nacional de Estados Unidos y proteger a aliados regionales como Turquía, Jordania e Israel.

"Durante mucho tiempo que creído que nuestro poder está enraizado no sólo en nuestra fuerza militar, sino en nuestro ejemplo como un Gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo", comentó Obama.

Su decisión también fue un cambio significativo desde lo que era percibido como un ataque inminente contra blancos sirios. El mandatario estaba preparado para actuar en forma unilateral después de que el Parlamento británico votó en contra de adherirse a los planes estadounidenses.

INFORMES AL CONGRESO

Prolongadas y costosas guerras en Afganistán e Irak han dejado a los estadounidenses con poco interés en involucrarse en los conflictos en Oriente Medio.

La mayoría de los estadounidenses no quieren un ataque contra Siria. Un sondeo de Reuters/Ipsos realizado esta semana mostró que apenas un 20 por ciento cree que Estados Unidos debe actuar. La semana pasada, un 9 por ciento apoyaba una intervención militar.

Miembros del Congreso estadounidense han debatido durante días sobre si Obama debería adoptar acciones, y qué tan pronto.

El líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, respaldó la decisión y dijo que Obama le había informado al respecto.

"El rol del presidente como Comandante en Jefe siempre es fortalecido cuando goza del respaldo manifiesto del Congreso", sostuvo McConnell.

La decisión de Obama fue anunciada después de que se reunió con su equipo de seguridad nacional en la Casa Blanca. Altos asesores informarían más tarde el sábado a senadores, mientras que miembros de la Cámara de Representantes participarán en una reunión informativa clasificada el domingo.

El objetivo es mostrar pruebas sólidas que funcionarios de inteligencia de Estados Unidos aseguran que prueban en forma concluyente que el Gobierno sirio del presidente Bashar al-Assad lanzó un gran asalto con armas químicas en los suburbios de Damasco que dejó 1.429 muertos, entre ellos 426 niños.

Obama cuenta con amplios poderes legales para tomar acciones militares e insistió en que siente que tiene la autoridad para lanzar un ataque por cuenta propia. Sin embargo, afirmó que quiere consultarlo previamente con el Congreso.
 
 

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