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NY y su problema con los inmuebles rentados como habitaciones de hotel

Investigadores neoyorquinos lidian con una situación cada vez más frecuente en el país norteamericano, apartamentos alquilados como habitaciones de Hotel. Los sitios de renta de departamentos y casas como Airbnb han incrementando la demanda de esta modalidad de alquiler.

Desde una oficina junto al Puente de Brooklyn, un equipo especializado de investigadores lidia con una situación cada vez más frecuente en la mayor ciudad del país: apartamentos que están siendo alquilados como habitaciones de hotel.           

Con sitios como Airbnb y otros similares desatando un auge de alquileres a corto plazo —ofreciendo tarifas con las que los hoteles no pueden competir—, algunos legisladores quieren aumentar al triple el personal de la investigación y extenderla más allá de respuestas a quejas para incluir cacerías de listados sospechosos en internet.

Los inspectores de viviendas y bomberos, policías, abogados, especialistas fiscales de la municipalidad y otros combinan visitas a domicilio, detectivismo digital e incluso monitoreo por video en su tarea.

Los investigadores en Nueva York han mencionado más de 7 mil infracciones de los códigos de viviendas y de incendios, cerrado más de 200 apartamentos a corto plazo y demandado a numerosos operadores — poniendo fin a otros 250 alquileres a corto plazo — en los últimos nueve años, de acuerdo con la Oficina de Investigaciones Especiales de la alcaldía.

"El problema se ha disparado en los últimos pocos años" y el combate debe seguirle el paso, dijo el jefe del Concejo Municipal de Viviendas y Edificios, Jumaane Williams.

Sin embargo, algunos propietarios han dicho que las tácticas de la ciudad son opresivas. Airbnb dice que Nueva York agrupa injustamente a usuarios ocasionales con operaciones a escala de hotel, aunque las autoridades dicen que se concentran en los operadores grandes.

"Puede haber un celo excesivo", dijo el jefe de políticas públicas de Airbnb, David Hantman, que quiere que Nueva York cambie las leyes para exencionar a personas que alquilan sus apartamentos y que las autoridades se concentren en "quienes verdaderamente son los malos".

Es mayormente ilegal en Nueva York alquilar un apartamento por menos de un mes, aunque puede estar bien alquilar habitaciones libres si un residente se queda en el apartamento.

Los portales de alquileres de vacaciones muestran numerosos apartamentos. La municipalidad recibió el año pasado mil 150 quejas de hoteles ilegales, un alza de 62 por ciento respecto al año previo.

Los anfitriones dicen que esos alquileres les permiten pagar cuentas mientras permiten a los visitantes viajar pagando menos, pero funcionarios municipales hacen notar que los huéspedes generalmente no tienen rociadores ni otras medidas de seguridad requeridas a los hoteles y que los residentes de los edificios tienen que lidiar con un cambiante reparto de extraños.

"Te subes al elevador y no sabes siquiera quién va a subirse contigo", dice Audrey Smaltz, una empresaria de modas cuyo edificio de apartamentos en Manhattan ha sido usado como hotel de 500 dólares por noche, de acuerdo con una demanda municipal. "No me siento segura".

Innumerables viajeros han aprendido el código de entrada al edificio y un extraño subió al techo del edificio un día y miró a Smaltz a través de la ventana de la terraza de su penthouse, dijo. Ya no hay alquileres a corto plazo en el edificio, dijo el dueño en documentos en la corte.

Muchas ciudades están lidiando y en algunos casos permitiendo, alquileres a corto plazo por vacaciones. San Francisco elabora reglas para permitir algunos alquileres a corto plazo y determinar los procedimientos para hacer cumplir las regulaciones. En Chicago, un departamento de negocios y consumidores maneja las quejas de alquileres sin licencia y puede imponer multas.

Nueva York, en tanto, usa su Oficina Especial multiagencias.

Muchos partidarios de esos alquileres dicen que la municipalidad se ha extralimitado.

Airbnb resalta el caso de un hombre en Manhattan que enfrentaba una multa de 2 mil 400 dólares tras alquilar su habitación a un turista, pese a que su compañero de piso se quedó en el apartamento. Al final, una junta municipal aceptó que el alquiler era legal y anuló la multa.

Otro hombre demandó a la ciudad por una inspección, diciendo que investigadores intimidaron a los huéspedes, lo agarraron por el cuello y lo empujaron. Las autoridades niegan las acusaciones, pero llegaron a un arreglo con el hombre por 2 mil dólares, según él. La municipalidad no confirmó de inmediato la suma.

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