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La secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, Janet Napolitano, pidió un apoyo que sea "lo menos partidista posible" a favor de la reforma migratoria que analiza el Congreso.
Ese tipo de apoyo demostrará al mundo lo que se puede hacer sobre el tema de inmigración en el país más diverso del mundo, argumentó Napolitano ante el Concejo Judío de Asuntos Públicos en Washington.
Puntualizó que en esos esfuerzos "no hay que mirar al pasado sino al futuro", en las propuestas bipartidistas que analizan el Senado y la Cámara de Representantes.
Señaló que el incremento de visas puede evitar que muchas personas decidan ingresar ilegalmente al país, debido a que el tiempo de espera para reunirse con sus familiares llega hasta los 10 años.
La funcionaria sostuvo que es "difícil" deportar a 11 millones de indocumentados, como quieren algunos, por lo que el gobierno del presidente Barack Obama tiene una política de discreción procesal.
En ese sistema han entrado por ejemplo un programa de acción diferida a las deportaciones de jóvenes indocumentados que llegaron de niños al país, el cual han solicitado más de 400,000 hasta la fecha, indicó.
Sostuvo que el reciente recorte automático de fondos a distintos programas federales ha originado la reducción de horas en agentes de la Patrulla Fronteriza que se reflejará en líneas más largas en las fronteras.
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