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¿Se te antoja un chapuzón en el Río Sena? Pronto será una realidad

La alcaldía de París abrirá una piscina de 100 metros, con agua del emblemático río que cruza la ciudad, en el que 300 personas podrán nadar de manera simultánea.

Nadar en el corazón de París será posible a partir de mediados de julio gracias una piscina con agua del Río Sena situada en un estanque, un paso más hacia el histórico sueño de muchos parisinos de poder darse al fin un chapuzón en el emblemático afluente.

En 1988, el expresidente francés Jacques Chirac, que entonces era alcalde de París, prometió que los capitalinos podrían bañarse en el río que cruza la ciudad, en un plazo de cinco años.

Prometió entonces que haría todo lo posible para convertir el Sena en "un río limpio" aunque finalmente nunca llegó a concretarse la idea.

Ahora, muchos años después, París abrirá una piscina de 100 metros de largo dentro del estanque de La Villette, que cruza un concurrido parque del noreste de la capital.

A partir del 17 de julio y hasta mediados de septiembre, un máximo de 300 personas podrán nadar simultáneamente bajo la supervisión de un equipo de socorristas.

Una experiencia de baño natural, sin tratamiento químico o biológico

, promete la alcaldía de París.

El agua del estanque proviene del canal del Ourcq, recuerda Jean-François Martins, responsable de deportes del ayuntamiento, y tiene filtros que evitan la llegada de hojas, deshechos sólidos y peces. También dispone de varios captores para controlar diariamente la calidad del agua.

"El estanque de la Villette es una primer etapa, la siguiente será el lago Daumesnil, en el parque de Vincennes (al oeste de París), en 2019. Y luego, en 2024, si ganamos la organización de los Juegos Olímpicos, nos podremos bañar en el Sena", promete Martins.

Tras 15 años de esfuerzos, la tasa en el Sena de enterococcus y de Escherichia coli, las llamadas "bacterias intestinales", ha disminuido mucho, asegura.

"Desde hace más de dos años estamos por debajo de los límites que dicta la agencia regional de sanidad", afirma, y se felicita del aumento del número de peces que han vuelto al río así como de la mejora de la biodiversidad en las aguas.

El responsable del ayuntamiento promete incluso que se podrá beber el agua del río y que las personas "no olerán mal cuando salgan".

Una orden dictada en 1923 prohibió bañarse o nadar en el Sena bajo amenaza de una multa de once euros, recuerda la prefectura de policía de París.

La brigada fluvial obliga a salir del agua a los infractores, aunque el año pasado no pudo hacer nada en La Villette, cuando decenas de personas que se reivindican como "bañistas callejeros" se lanzaron al agua.

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