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Nace 'banda del odio' contra reforma migratoria


Roxana González
 
 
WASHINGTON, DC.- Activistas denunciaron el surgimiento del movimiento 'banda del odio', impulsado por senadores republicanos, que buscaría obstaculizar la aprobación en el Congreso de la ley que reformaría el sistema migratorio en Estados Unidos.
 
 
La 'banda del odio' -contraparte del grupo de senadores denominado la 'banda de los ocho', que redactó un plan de reforma migratoria- incluye a los senadores Jeff Sessions (Alabama), Chuck Grassley (Iowa), David Vitter (Luisiana), así como a John Cornyn y Ted Cruz (Texas).
 
 
Los senadores favorecen una iniciativa enfocada en la aplicación de las leyes vigentes y la autodeportación; rechazan la vía para que los inmigrantes alcancen la ciudadanía por considerarla "una obstrucción para la Unión Americana", señaló Tory Brown, del Fondo Educativo Voz de América.
 
 
Brown indicó que el grupo de senadores está asesorado por Mark Krikorian, líder del "grupo de investigación antiinmigrante" Centro para Estudios de Inmigración y autor intelectual del concepto de autodeportación, basado en crear condiciones tan difíciles para los inmigrantes que éstos mismos decidan regresar a su país de origen.
 
 
También los apoya Kris Kobach, secretario de Estado en Kansas y autor de las leyes antiinmigrantes en Alabama y Arizona -conocidas como 'Muestra tus papeles'-; Jim DeMint, presidente de la Fundación Heritage, y John Tanton, considerado 'el padre de el moderno movimiento antiinmigrante'.
 
 
De su lado Aaron Flanagan, director de investigación del Centro para Nuevas Comunidades, indicó que el movimiento que busca descarrilar la aprobación de la legislación migratoria en el Congreso está respaldado por otros grupos como la Federación para la Reforma Americana.
 
 
Conceder estatus legal a los 11 millones de extranjeros indocumentados aumentará los déficits presupuestarios del gobierno, señaló un estudio de la Fundación Heritage.
 
 
Presentado 3 días antes de que el Comité Judicial del Senado comience a tratar el proyecto, el estudio de la Fundación Heritage estimó que la legalización de los 11 millones de indocumentados causará una grave tensión en los programas gubernamentales.
 
 
Durante los próximos 50 años tendría un costo neto para los contribuyentes de 6 billones 300,000 dólares, de acuerdo con DeMint, presidente de la fundación y exsenador republicano de Carolina del Sur. Eso representaría unos 124,000 millones de dólares al año en promedio.
 
 
Mientras tanto, la mayoría (87%) de los inmigrantes latinos que radican sin papeles adoptarían la nacionalidad estadounidense si el sistema lo permitiera, de acuerdo con una encuesta del Fondo Educativo Voz de América, la cual destaca además que los latinos indocumentados están profundamente integrados al tejido social del país, ya que 85% de ellos tiene ya un familiar nacido en la Unión Americana.
 
 
Información proporcionada por El Financiero Diario.

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