Luego de que el Ejército de Zimbabue tomara el poder en el país, asegurando que su objetivo eran los "criminales" que rodean al presidente Robert Mugabe, la situación en la capital permanece en calma.
Las calles están tranquilas y los negocios continúan funcionando con normalidad, dijeron representantes de algunas empresas con sede en la ciudad.
"Hay militares que recorren las calles, pero solo eso, ahora mismo todo está muy tranquilo... no hay violencia y los habitantes transitan las calles con normalidad", dijo un empleado de Netvest Consultancy.
Previo al panorama, se comunicó que los militares tenían retenidos como prisioneros al presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, y a su guardia.
Además transcendió que fue detenido el ministro de Finanzas, Ignatious Chombo, uno de los líderes del partido gobernante del país.
Por la mañana (hora local), lo militares habían comunicad que Mugabe y su familia se encontraban a salvo. El mismo Mugabe habló por teléfono con el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, y le dijo que estaba confinado en su casa pero bien, de acuerdo a un comunicado difundido por el Gobierno sudafricano.
Antes se había informado que una columna de vehículos blindados partió hacia la capital del país, Harare, donde se produjeron explosiones y los militares se hicieron con el control de la televisión.
Con información de Sputnik
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