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Merkel se reúne con líderes SPD para más negociaciones


Reuters

Berlín.- La posición socialdemócrata de Alemania arrojaron un potencial nuevo obstáculo al gobierno de una 'gran coalición' con la canciller Angela Merkel el domingo antes de una nueva ronda de negociaciones, diciendo que insistirían en un salario mínimo nacional.

Los conservadores de Merkel derrotaron a sus rivales de centro izquierda en las elecciones del 22 de septiembre, pero necesita al SPD o a las Verdes como socio de coalición y ninguno de los dos ha demostrado muchos deseos de unirse a ella.

La posibilidad de que las negociaciones duren meses preocupa a los socios europeos de Alemania, que temen que pueda retrasar decisiones sobre las medidas a adoptar para luchar contra la crisis de la zona euro, como un plan para la unión bancaria.

El SPD está considerado el aliado más probable de Merkel - en una vuelta de la coalición de derecha-izquierda que gobernó de 2005 a 2009 - y la canciller tiene previsto celebrar conversaciones exploratorias con el partido el lunes.

Se espera que Merkel presente ofertas detalladas en la reunión, dijo la vicelíder del SPD Andrea Nahles el domingo.

"No habrá gobierno con el SPD a menos que haya un acuerdo para un salario mínimo nacional de 8,50 euros por hora", dijo Nahles al diario Bild am Sonntag. "Espero compromisos más concretos de ella en esta reunión, no sólo sobre el salario mínimo".

El SPD, que defendió un salario mínimo y más impuestos para los ricos en su campaña, sufrió una derrota en las urnas.

Aunque el partido ha dejado de insistir discretamente en un aumento de impuestos, Nahles dijo que sus miembros no aceptarían un acuerdo de coalición sin un salario mínimo. Sin este mínimo, algunos trabajadores en Alemania llegan a cobrar hasta 3 euros por hora.

Los cristiano demócratas de Merkel se han opuesto a un salario mínimo nacional, diciendo que les corresponde a los negociadores salariales decidirlo y que ellos sólo apoyan "suelos salariales" en sectores. Los conservadores están, no obstante, totalmente en contra de un aumento de impuestos.

El partido de Merkel no respondió a los comentarios de Nahles del domingo.

La una vez orgullosa SPD, sumida en el caos tras ver descender su respaldo a un 25,7 por ciento desde un 40,9 en 1998, se muestra cauta a la hora de unir sus fuerzas de nuevo con Merkel después de ver cómo esta se llevaba la mayor parte del crédito en la última coalición.
 
 
 

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