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Marcha de ancianos intenta llegar al corazón de Caracas entre bloqueos

La marcha fue bloqueada, por lo que continuó por otra ruta hacia la Defensoría del Pueblo, tras un acuerdo con un oficial, pero no se les permitió el paso con tanquetas militares.

CARACAS.- Cientos de ancianos marchaban hacia el centro de Caracas, en una nueva jornada de protesta opositora contra el presidente Nicolás Maduro, desatándose escaramuzas en medio de las cuales la policía dispersó gas pimienta.

La llamada "marcha de los abuelos" fue bloqueada en el sector de Chacaíto (este de la ciudad) por agentes provistos de escudos, lo que originó un forcejo con los manifestantes, observaron periodistas de la AFP.

Exaltados, algunos hombres mayores lanzaron golpes y gruesos insultos a los uniformados, entre ellos muchas mujeres, que permanecieron impasibles.

"¿Vas a golpear a tus papás? ¡Somos una pila de viejos!", gritaron algunos a los policías, que dispersaron gas pimienta para hacer retroceder a la multitud.

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La marcha continuó por otra ruta hacia su destino, la Defensoría del Pueblo, como resultado de un acuerdo entre un oficial y los participantes, pero volvió a ser bloqueada en una zona donde había tanquetas militares.

Las protestas opositoras iniciadas el 1 de abril, con saldo de 38 muertos, no han logrado llegar al corazón de la capital, donde se ubican el palacio presidencial de Miraflores y las sedes de los poderes públicos.

"Fue horrible, nos tiraron gas pimienta en la cara. No tienen compasión ni de los viejitos", dijo Sandra Franchi, de 65 años.

El gobierno realiza una concentración de adultos mayores en el centro de Caracas, en la que participará Maduro, quien el jueves despidió a su ministra de Salud, Antonieta Caporale, tras la divulgación de cifras oficiales esta semana que mostraron un deterioro en salud pública.

Esos datos revelaron que la mortalidad infantil aumentó 30.12 por ciento en 2016 y la materna un 65 por ciento, mientras repuntan enfermedades como la malaria.

En choques cada vez más frontales, los antimotines suelen lanzar bombas lacrimógenas y chorros de agua a presión, a los que jóvenes manifestantes, encapuchados y con escudos de madera y metal, responden con piedras, cócteles molotov, bombas de pintura y hasta de excrementos.

"Estoy aquí porque no tengo medicinas y la pensión no me alcanza para nada", declaró Carlos Rivas, de 67 años, con cajas de medicamentos vacías.

Desde que estallaron las protestas el 1 de abril para exigir la salida de Maduro -elegido hasta 2019-, los disturbios dejan además centenares de heridos y detenidos, de los cuales un centenar fueron enviados a prisión por orden de tribunales militares.

Las protestas tienen como caldo de cultivo el malestar popular ante la severa escasez de alimentos y medicinas. Según encuestas privadas, siete de cada diez venezolanos rechaza la gestión de Maduro.

El gobierno reivindica haber otorgado seis millones de pensiones, pero la oposición asegura que han sido carcomidas por la inflación, que según el FMI cerraría este año en 720 por ciento.

Las protestas exigen elecciones generales y rechazan una Asamblea Nacional Constituyente que convocó Maduro el 1 de mayo.

Emilio Lozada, presidente de la Federación de Pensionados y Jubilados de Venezuela, aseguró que la marcha es por "los nietos, contra la represión y la Constituyente".

"A esos policías que pueden ser nuestros hijos o nietos les pedimos que no actúen en contra de nosotros porque ya hemos vivido suficiente y nuestra vida se puede quedar en el camino, pero lograremos el objetivo", advirtió Benítez.

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