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Los tecnólogos no quieren trabajar para Trump

Para los expertos en tecnología trabajar para el gobierno nunca ha sido muy atractivo, ya que mientras el sector privado les pide desarrollar nuevos sistemas, el Estado les haría arreglar los antiguos.

Apenas después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, entrara en funciones, Mikey Dickerson viajó a Silicon Valley para colaborar con el Servicio Digital de Estados Unidos, un programa que había dirigido y que llevó centenares de tecnólogos a Washington para mejorar las computadoras y las redes no seguras del gobierno.

Dado que la suya era una designación política, el trabajo de Dickerson terminó en enero: pero él se ofreció para reclutar para el programa. Entonces Trump firmó su primera veda de viajes, el 27 de enero.

"Antes de ese día, estaba dispuesto a reunirme con la gente y contarle sobre mi experiencia, pero después ya no", dijo Dickerson, un exgerente de ingeniería de Google de 38 años que llegó a Washington para dirigir el esfuerzo de rescate del sitio web de Obamacare después de su desastroso debut.

Con la erupción de protestas por la prohibición de Trump, dice Dickerson, sintió que ya no podría recomendar a sus excolegas el trabajo en el nuevo gobierno.

Para los expertos en tecnología, el trabajo en el Estado nunca ha sido muy atractivo. La remuneración es pésima en comparación con lo que ingenieros y desarrolladores pueden ganar en el sector privado, y el trabajo puede ser frustrante: es probable que tengan que arreglar sistemas antiguos en lugar de desarrollar nuevos.

Después del fallido despliegue del sitio web healthcare.gov en 2013, el gobierno de Obama creó programas como el Servicio Digital para reclutar personal del sector tecnológico que pudiera aportar sus conocimientos al sector público. Ahora, muchos de ellos se preguntan si deben quedarse.

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OPOSICIÓN 'ABRUMADORA'

"Los tecnólogos se opusieron por abrumadora mayoría" a la candidatura de Trump, dice Herbert Lin, un investigador de la Universidad de Stanford. El gobierno está "haciendo cosas que tienen el potencial de crear más barreras".

El reclutamiento se dificulta cada vez más entre los expertos en computación, muchos de ellos jóvenes, progresistas y en desacuerdo con las posiciones de Trump en temas que van desde los derechos de los homosexuales y el aborto hasta la neutralidad de la red.

El gobierno de Trump parece reconocer que puede tener un problema. El 28 de abril, el presidente creó por decreto el Consejo Tecnológico Estadounidense para ayudar al gobierno federal a ofrecer mejores servicios digitales. El consejo reportará a la nueva Oficina de Innovación de la Casa Blanca que dirige Jared Kushner, yerno e importante asesor de Trump.

La Casa Blanca también está invitando a ejecutivos de compañías tecnológicas a reuniones a realizarse en junio para analizar la modernización de los servicios digitales del Estado.

Sin embargo, según empleados y extrabajadores del Servicio Digital de EU y 18F -una iniciativa de la Administración de Servicios Generales para ayudar a los organismos federales a crear y comprar servicios digitales- las políticas de Trump ya han afectado su capacidad de retener personal.

El Servicio Digital tenía 101 empleados en la Casa Blanca al 15 de marzo, 18 menos que el 15 de enero, días antes de la asunción de Trump, según documentos a los que tuvo acceso Bloomberg News a través de solicitudes en el marco de la Ley de Libertad de Información. En 18F, la cantidad de empleados cayó a 157 el 15 de marzo, mientras que dos meses antes el total era de 166.

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