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Entre mujeres y oligarcas, la última visita de Trump a Rusia

Hace unos años, Donald Trump se reunió en Rusia con gente de negocios, entre los que destaca Herman Gref, presidente ejecutivo del mayor banco ruso. La reunión da señales de que Trump tiene un círculo de contactos rusos más amplios de lo que se creía.

La última vez que Donald Trump hizo su aparición en Moscú fue en noviembre de 2013 para el concurso de Miss Universo que él poseía. Fue un acontecimiento deslumbrante lleno de fotografías y fiestas coreografiadas con cuidado. Luego llegó otra invitación más privada: venga a Nobu para un encuentro con más de una docena de relevantes personas de negocios, entre ellos Herman Gref, presidente ejecutivo del estatal Sberbank, el mayor banco de Rusia.

Gref, que fue ministro de Economía del presidente Vladimir Putin de 2000 a 2007, organizó la reunión junto con Aras Agalarov, el fundador de Crocus Group, una de las mayores compañías de bienes raíces del país, que era la anfitriona del concurso de belleza en uno de sus salones de conciertos.

"El encuentro dejó una buena sensación", dijo Gref en una entrevista. "Él es una persona sensata, muy vivaz en sus respuestas, con una energía positiva y una buena actitud hacia Rusia".

La reunión de Trump en Nobu, que duró dos horas y está a una caminata de 15 minutos del Kremlin, sugiere que el círculo de contactos en Rusia que tiene el presidente electo de Estados Unidos es más amplio de lo informado anteriormente e incluye a un confidente cercano de Putin.

Los vínculos de Trump con Rusia han sido crecientemente escudriñados, en especial desde que él descartó constataciones de agencias de inteligencia de Estados Unidos de que el Kremlin dirigió piratería informática contra el Comité Demócrata Nacional para ayudar a su campaña.

Los pedidos de una amplia investigación legislativa se sumaron a preguntas sobre cómo las ambiciones pasadas de Trump en el país pueden haber influido en su deseo de unas más estrechas relaciones entre Washington y Moscú.

No hay evidencia que sugiera que el contacto de Trump con Gref o cualquier otro con quien se haya reunido en Moscú en 2013 tenga algo que ver con acontecimientos recientes. Pero Gref es una figura poderosa que mantiene encuentros regulares con Putin, en tanto el Sberbank es lo bastante cercano al Gobierno ruso como para que Estados Unidos haya impuesto sanciones a las subsidiarias del banco en 2014 en respuesta al conflicto de Ucrania.

Sberbank fue uno de los patrocinadores oficiales del concurso de belleza y muchos de los invitados a Nobu provenían del banco. La reunión permitió a Gref y Trump llegar a conocerse mejor, dijo Agalarov.

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La visita de Trump dejó una impresión duradera. Tres años más tarde, él, Agalarov y su hijo, el cantante pop Emin, son tapa de 'Time to Eat', la actual revista de Crocus Group. Muestra a Trump dejando su autógrafo en una Galería de la Fama al estilo de Hollywood Boulevard en el mall Vegas de Agalarov, situado en las afueras de la ciudad.

Trump ha creado dudas repetidamente respecto de las afirmaciones de los servicios de inteligencia de Estados Unidos de que Rusia intervino en la elección de Estados Unidos, las que llevaron a algunos a sugerir que los lazos rusos del presidente electo estaban influyendo en sus puntos de vista. El portavoz de Putin, Dmitry Peskov, ha llamado "tonterías" a tales afirmaciones.

Pero las conexiones de Trump con Rusia siguen siendo en gran parte misteriosas. Tras retornar a Nueva York aquel mes de noviembre, Trump le dijo al semanario Real Estate Weekly que estaba en conversaciones con Agalarov y otros tres grupos para levantar una torre Trump en Moscú.

"El mercado ruso se siente atraído por mí", dijo. "Casi todos los oligarcas estaban en la habitación".

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