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Lista la comisión en el Senado contra Dilma

De aprobarse la apertura del juicio político por mayoría simple - 41 senadores de 81-, lo cual puede ocurrir alrededor del 10 de mayo, Rousseff sería obligada a separarse de su cargo por 180 días y ceder el poder al vicepresidente Michel Temer.

El Senado brasileño instaló ayer la comisión especial de 21 integrantes que decidirá si la presidenta Dilma Rousseff enfrentará un juicio político por maniobras contables que maquillaron las cifras económicas de su gobierno en 2014 y 2015.

En diez días, el grupo deberá elaborar un informe sobre el tema para luego ir a una votación en el pleno del Senado.

De aprobarse la apertura del juicio político por mayoría simple - 41 senadores de 81-, lo cual puede ocurrir alrededor del 10 de mayo, Rousseff sería obligada a separarse de su cargo por 180 días y ceder el poder al vicepresidente Michel Temer, mientras dure el proceso en su contra.

La comisión celebrará su primera reunión hoy, cuando será elegido el senador que la presidirá y el que asumirá el papel de instructor del caso.

La comisión fue constituida en forma proporcional, en función de los escaños que cada fuerza política tiene en el Senado.

El mayor número de integrantes (cinco) recayó en el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), primera minoría con 18 senadores y liderado por el vicepresidenteTemer, enemigo declarado de Rousseff.

El opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) tendrá tres integrantes, igual que el Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece la mandataria y que articula las fuerzas oficialistas, mismo que está en minoría en la comisión de senadores.

El PT solo suma en la comisión otros tres senadores de los partidos de la República (PR), Democrático Laborista (PDT) y Comunista do Brasil (PCdoB), con un miembro cada uno.

Los otros siete cargos han quedado distribuidos entre cinco partidos que, al menos en el paso previo de la Cámara de Diputados, votaron a favor de que se inicie el juicio político a Rousseff.

Por su parte, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva arremetió contra la "cuadrilla" de legisladores que "han implantado la agenda del caos" en Brasil y alertó sobre el "retroceso" democrático que vive América Latina.

En un foro de izquierda en Sao Paulo dijo que con un golpe de Estado contra Rousseff quieren que regrese el neoliberalismo a Brasil.

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