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Roma.- Luego de saberse que el ex mandatario italiano Silvio Berlusconi podría ser llevado a prisión, grupos conservadores del ultraderechista Partido del Pueblo de la Libertad (PDL) acordaron la suspensión de labores lagislativas por un día, en protesta porque la Corte Suprema adelantó para el 30 de julio la sentencia contra Il Cavaliere.
El PDL, que al lado del centroizquierdista Partido Democrático (PD) y de la centrista Lista Cívica apoya al gobierno de coalición de Enrico Letta, había pedido suspender por 3 días los trabajos parlamentarios.
Sin embargo, después de amenazar con la caída del Ejecutivo y de un estira y afloja con el PD, al final se acordó un bloqueo de sólo un día a partir de este miércoles.
"O se suspenden los trabajos o el gobierno cae", amenazó la diputada del PDL, Daniela Santanché, defensora a ultranza de Berlusconi.
El PDL reaccionó a la decisión anunciada la víspera por la Corte Suprema, en el sentido de que el próximo 30 de julio dictará el fallo en el llamado caso Mediaset, en el que Berlusconi ya fue condenado en 2 juicios precedentes por fraude fiscal a 4 años de cárcel y a 5 de inhabilitación para ocupar puestos públicos.
El veredicto de la Corte Suprema tendrá carácter definitivo, por lo que si confirman las 2 sentencias precedentes pondrá fin a la carrera política de Il Cavaliere, que debería abandonar su escaño parlamentario.
No obstante, debido a su avanzada edad (76 años), es difícil que el ex jefe de gobierno pise la cárcel. En Italia, las personas mayores suelen beneficiarse del arresto domiciliario.
Para los analistas, en caso de que Berlusconi sea condenado, muy probablemente el PDL quitaría su apoyo al gobierno de Letta, lo cual generaría serios conflictos políticos en este país.
El ex primer ministro es acusado por los delitos de abuso de poder y prostitución de menores en el caso de la marroquí Karima El Mahroug, alias Ruby.
Silvio Berlusconi enfrenta además otros procesos, entre ellos uno aún preliminar en el que la fiscalía de Nápoles lo acusa de corrupción por presuntos sobornos pagados a senadores para que se pasaran a su partido e hicieran caer al último gobierno de Romano Prodi (2006-2008).
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