Mundo

El jefe de estado más longevo del mundo no ofrece su renuncia... por ahora

Robert Mugabe tiene 97 años, de los cuales, 37 ha gobernado a Zimbabue, había prometido ser presidente de esa nación hasta que muriera, pero el partido oficialista ZANU-PF busca apartarlo del cargo.

HARARE, Zimbabue.- El presidente de Zimbabue. Robert Mugabe. dejó al país estupefacto el domingo al concluir un anunciado discurso televisado sin ofrecer su renuncia, como se anticipaba.

Horas después de que el partido oficialista ZANU-PF le había dado menos de 24 horas al político de 93 años para abandonar su puesto como jefe de Estado o enfrentar un juicio político, en un intento de asegurar un fin pacífico a su mandato tras el golpe militar de esta semana, dijo una fuente familiarizada con las negociaciones.

Lo que sería una extraordinaria caída para el más longevo jefe de estado del mundo, quien ha jurado permanecer en el cargo hasta la muerte.

Muchos zimbabuenses se disponían a salir a celebrar en las calles, pero el gobernante al parecer intimó que está dispuesto a desafiar al partido que lo ya lo expulsó como su líder.

El gobernante incluso dio a entender que presidirá el cónclave del partido el mes entrante: "El congreso tendrá lugar en unas semanas. Yo presidiré sus procesos, que no deben quedar empañados por acto alguno diseñado a socavarlo o a comprometer sus resultados ante la vista del público".

Más temprano, este domingo, el periódico oficial de Zimbabue, el Herald, publicó fotografías del político reunido con militares de alto rango en sus oficinas de la residencia oficial.

La próxima elección presidencial está programada para 2018.

El Comité Central del partido ZANU-PF expulsó  también a la esposa de Mugabe y nombró como jefe partidista a vicepresidente Emmerson Mnangagwa, quien había sido destituido por Mugabe.

Mnangagwa, un ex jefe de seguridad del Estado conocido como "El Cocodrilo", ahora está en la vía para encabezar un gobierno interino de unidad post Mugabe que deberá enfocarse en reconstruir las relaciones con el extranjero y estabilizar una economía en caída libre.

Aferrado a un cargo que ya no tiene poder alguno, Mugabe está negociando su esperada salida del poder con el comandante del ejército que lo puso bajo arresto domiciliario. Mientras, el partido gobernante inició una reunión extraordinaria para cesar al mandatario de más edad del mundo como su líder.

A medida que la economía se derrumbaba y la oposición política a su gobierno crecía a fines de la década de 1990, Mugabe se mostró tal cual era, tomó el control de miles de granjas de propiedad de blancos, detuvo a opositores y dio rienda suelta a las fuerzas de seguridad para que aplastaran a la disidencia.

El Ejército tomó el poder el miércoles pasado y confinó al líder a su residencia. El sábado, decenas de miles de zimbabuenses no necesitaron un anuncio oficial de la esperada caída del presidente para salir a las calles de Harare cantando, bailando y abrazando a los soldados en una demostración de euforia, emocionados por un posible cambio político y económico tras dos décadas de represión y dificultades cada vez mayores.

Un día después de que una multitud se manifestó en la capital del país pidiendo la salida de Mugabe, los miembros del Comité Central del partido gobernante se pusieron en pie, aplaudieron y comenzaron a cantar al comienzo del proceso para destronar al dirigente. Obert Mpofu, que presidió la reunión, se refirió a Mugabe como "presidente saliente".

La apertura de un juicio político al presidente es otro paso que podría darse este martes, cuando el Parlamento reanude su actividad. Los legisladores pondrán "definitivamente" el proceso en marcha, dijo el jefe del principal partido de la oposición a The Associated Press.

Innocent Gonese, del partido MDC-T, explicó que hubo reuniones con el gobernante ZANU-PF para actuar de forma conjunta.

"Si Mugabe no se ha ido para el martes, entonces, tan seguro como que el sol sale por el este, se activará el proceso de juicio político", dijo Gonese.

El diálogo entre Mugabe y el comandante Constantino Chiwenga será la segunda ronda de negociaciones para la salida del mandatario mientras el ejército intenta evitar las acusaciones de golpe de Estado.

Aunque funcionarios zimbabuenses no revelaron detalles de las conversaciones, el ejército parece estar a favor de una renuncia voluntaria de Mugabe para dar una apariencia de legalidad a la transición política. Mugabe, por su parte, podría estar empleando la poca influencia que le queda para intentar preservar su legado como uno de los líderes de la liberación africana o incluso protegerse a sí mismo y a su familia ante posibles juicios.


Chris Mutsvangwa, líder de los veteranos de la guerra de liberación del país, dijo estar preocupado porque el ejército pueda terminar disparando a los manifestantes para proteger a Mugabe y prometió "volver a juntar a la multitud" si el presidente no se hace a un lado.

"Es de esperar que Mugabe no contemple la posibilidad de que los militares disparen a la gente intentando defenderlo", apuntó Mutsvangwa. "La elección es suya".

Estos contactos llegan antes del importante congreso que su partido celebrará el mes que viene, y de las elecciones previstas para 2018.
Las negociaciones del domingo parecen no incluir a la delegación del gobierno de Sudáfrica que sí estuvo presente en la primera ronda de contactos. El presidente sudafricano, Jacob Zuma, dijo el sábado que las conversaciones estaban en sus inicios. El bloque formado por las regiones del sur del continente celebrará una cumbre a cuatro bandas en Angola el martes para discutir la situación en Zimbabue.

Mugabe se encuentra cada vez más aislado bajo arresto domiciliario en su lujosa mansión Blue Roof, abandonado por la mayoría de sus aliados, mientras que otros están detenidos.

El sábado, la mayoría de los 1.6 millones de habitantes de Harare se echaron a la calle para participar en una manifestación contra Mugabe que de haberse celebrado unos días antes habría desencadenado una acción policial.

A pesar de la preocupación sobre quien será el próximo líder del país o qué grado de libertad habrá si el ejército se mantiene en el poder, la gente se mostró contenta por la rara oportunidad para expresarse con libertad.

Con información de Reuters y AP

También lee: