Siguiendo el patrón de otras grandes ciudades como Saint Louis, Filadelfia y Nueva York, Baltimore tiene un largo historial de brutalidad policiaca contra los afroamericanos, que se refleja en compensaciones a las víctimas por 5.7 millones de dólares desde 2011.
Entre los afectados se cuentan un chico de 15 años que paseaba en bicicleta, una mujer embarazada de 26 años que atestiguó una golpiza de los agentes y una abuela de 87 años que ayudaba a su nieto herido.
"Estoy cansado de las demandas que cuestan millones por culpa de algunos oficiales", declaró a The Baltimore Sun en septiembre Bernard C. Young, presidente del ayuntamiento.
La muerte de Freddie Gray recordó el caso en 2005 de Dondi Johnson, quien también pereció con la columna vertebral rota después de que agentes le dieran un "paseo duro" prácticamente enjaulado y esposado, chocando de un lado a otro, en una camioneta que arribó a la comisaría violando el límite de velocidad.
Su familia recibió 200 mil dólares, aunque el fallo judicial había fijado la suma en 7.4 millones.
En ambos episodios, la policía aceptó que ignoró los protocolos y no utilizó cinturones de seguridad para los arrestados.
POLICÍA DISPERSA A MANIFESTANTES
Cientos de residentes de la ciudad de Baltimore, que desafiaron esta noche el toque de queda impuesto por la alcaldesa Stephanie Rawlings Blake, fueron dispersados por la policía con granadas de humo y gas pimienta.
Los manifestantes, la mayoría afroamericanos, arrojaron botellas al contingente de policías antimotines que empezó a avanzar hacia la multitud poco después de las 22:00 horas locales, apoyados con vehículos blindados tipo militar Humvees
Hasta antes de la entrada en vigor del toque de queda como, que permanecerá vigente hasta las 5 de la madrugada locales, los manifestantes habían evitado toda confrontación con la policía.
Con información de Notimex.
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