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La ofensiva aérea será insuficiente para derrotar a IS

Tropas en tierra, necesarias, advierten exjefes del Pentágono y rebeldes sirios; la recuperación de ciudades como Mosul y Faluya, fase crucial de la campaña aliada.

CIUDAD DE MÉXICO.  La ofensiva aérea aliada, así como el entrenamiento y suministro de armas a los rebeldes sirios "moderados" que anunció este mes el presidente norteamericano, Barack Obama, serán insuficientes para derrotar al Estado Islámico (IS), por lo que especialistas militares, excomandantes y secretarios del Pentágono consideran que será necesario el despliegue de fuerzas terrestres propias, sobre todo cuando se intente expulsar a los radicales de las ciudades irakíes de Mosul, Faluya y Tikrit.

De acuerdo con David Wood, corresponsal militar de The Huffington Post, "los oficiales estadounidenses observan nerviosamente" que IS empezó a utilizar en Irak las tácticas que redujeron la eficacia de los bombardeos israelíes contra Hamas y otras milicias palestinas en la guerra de julio y agosto en Gaza; "evita las concentraciones masivas, emplea señuelos y camuflaje para impedir la detección de sus unidades y oculta combatientes y armas entre la población".

Resalta que de hecho los ataques que Obama ordenó desde el 8 de agosto, si bien habrían evitado la toma de la estratégica presa de Mosul, no han arrojado grandes resultados.

Hasta la semana pasada, la Fuerza Aérea norteamericana efectuó 2 mil 818 misiones, de las que un tercio ––958–– correspondieron a los aviones cisterna que reabastecen a las naves de combate y vigilancia que operan en Kuwait, Qatar y Emiratos Árabes Unidos. Otras 727 misiones fueron de reconocimiento. Las salidas o misiones de ataque se limitaron a mil 133, menos de la mitad del total.

Según una lista de blancos atacados en 154 misiones recientes, puntualiza, 21 armas de IS fueron destruidas: siete cañones antiaéreos, siete bombas caseras, cinco posiciones de morteros, un emplazamiento de ametralladoras y un depósito de armamentos. También se destruyeron doce posiciones de combate, diez puestos de revisión, dos puestos de observación, un puesto de mando, un búnker y una "gran unidad de tierra". "Dado el tamaño y el alcance de IS, así como el tamaño de la armada aérea que Estados Unidos requirió para alcanzar esos objetivos, no es un progreso notable", afirmó.

AL SENADO

El general Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto ––que junto a Chuck Hagel, secretario de Defensa, indicó al Senado que Obama está dispuesto a revisar "caso por caso" la estrategia––, aceptó que IS "usó tácticas convencionales hasta que aplicamos el poder aéreo.

Entonces se adaptó". Wood añade que la tecnología no está de su lado, pues los envejecidos cazas F-15, F-16 y F/A-18, como los Rafale franceses que lanzaron el sábado su primera incursión en Irak, están diseñados para combate aéreo y ataques a blancos "duros" como búnkers y tanques, pero no para apoyo cercano a tropas en un escenario urbano, donde son más efectivos los A-10, que están asignados a Afganistán o han sido retirados del servicio a fin de ahorrar para los nuevos F-35. Robert Gates y Leon Panetta, exsecretarios de Defensa con Obama, cuestionaron el plan porque se finca en rebeldes inconfiables dentro de Siria, ligados al fundamentalismo, y en el ejército irakí y las milicias kurdas peshmerga, que ya demostraron su debilidad ante IS.

Panetta dijo que Obama esperó mucho antes de intervenir; Gates puntualizó que no habrá éxito "estrictamente desde el aire o dependiendo de los irakíes, los peshmerga o las tribus sunitas actuando por su cuenta". La campaña para frenar a IS en Irak ha sido "la parte fácil", resumió The New York Times. Viene una fase para intentar recuperar las ciudades, "lo que requerirá asesores norteamericanos para entrenar a las tropas irakíes y coordinar los ataques aéreos".

En Siria, la guerrilla aliada advirtió que los bombardeos tendrán poco impacto, dañarán a la población y alentarán el respaldo a IS.

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