LA HABANA.- La posibilidad de que el Congreso de Estados Unidos autorice el turismo libre a Cuba antes de que el presidente Barack Obama termine su mandato ha puesto a correr a las autoridades de esta isla, lejos aún de contar con las facilidades necesarias para recibir la inyección adicional que esperan de un millón de turistas norteamericanos al año.
Es tal la presión, que el titular de ese sector, Manuel Marrero, pretende duplicar en 2019 la construcción anual de habitaciones, que hasta el momento es de dos mil 500. Cuba recibió en 2015 la cifra récord de tres millones 524 mil 779 visitantes extranjeros y se ha preparado para acoger a unos 175 mil más este año.
El segundo al mando del Partido Comunista, José Ramón Machado Ventura, dijo en tanto a agricultores privados y cooperativistas que urge "duplicar la producción" para el consumo nacional "y para los visitantes".
Hace cinco días, el Senado de Estados Unidos confirmó que 51 de los 100 miembros de esa Cámara Alta respaldan un proyecto bipartidista de "Ley de Libertad para Viajar a Cuba".
Tras el deshielo entre La Habana y Washington a partir de diciembre de 2014, Obama autorizó los viajes a la isla de 12 categorías de estadounidenses que abarca a empresarios, políticos, científicos y artistas.
Esa orden ejecutiva fue suficiente para que en lo que va de año viajaran al país 94 mil estadounidenses, más de la mitad del crecimiento previsto por los cubanos en 2016 y 96 por ciento más que en 2015.
El turismo internacional es la segunda fuente de ingresos de moneda dura de Cuba y sus principales mercados son Canadá (un millón 300 mil visitantes en 2015), Alemania, Estados Unidos (161 mil
233 viajeros, aun con la prohibición de turismo libre), Reino Unido, Francia, Italia y España.