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Kirchnerismo se mantendría en la Casa Rosada, en la primera vuelta

Encuestas dan al candidato oficial, Daniel Scioli, entre 40 y 42 por ciento; contendientes cerraron anoche sus campañas, tras un mes de guerra sucia.

BUENOS AIRES.- Unos 32 millones de argentinos concurrirán el próximo domingo a las urnas para elegir al sucesor de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en unos comicios donde estará en juego la continuidad de un proyecto populista, o su reemplazo por un modelo promercado.

Las encuestas predicen que con el 40 por ciento de intención de los voto, el gobernador de la provincia de Buenos Aires y candidato del oficialista Frente para la Victoria (FPV), Daniel Scioli, podría ganar en primera vuelta, seguido a 10 puntos por el aspirante de la opositora "Alianza Cambiemos" y alcalde de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri. De no lograr ninguno el 45 por ciento de los votos, habría una segunda vuelta el 22 de noviembre.

Moderado y ambiguo, Scioli se presenta como continuador del proyecto iniciado por el fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003-2007) y seguido por Cristina Fernández (2007-2015), aunque promete realizar "las correcciones necesarias, pero que no afecten sus aspectos centrales".

De 58 años y licenciado en Marketing y Comercio Internacional, fue diputado nacional, ministro de Turismo, vicepresidente de Néstor Kirchner y dos veces gobernador de Buenos Aires, la mayor provincia del país.

ANTIPERONISTA

Declarado antiperonista y multimillonario heredero, Macri logró reunir al fragmentado espectro conservador y sumarlo a fundaciones y ONG´s para dar forma a "Propuesta Republicana (PRO)", el primer partido de derecha de la historia en el país, que busca llegar al gobierno por elecciones libres y democráticas, y con el que espera "cortar la hegemonía peronista de este siglo", según proclama.

Detrás de Scioli y Macri corren el joven peronista disidente Sergio Massa, de Unidos por Argentina (UNA); la socialdemócrata Margarita Stolbizer, del Frente Progresista; el trotskista Nicolás del Caño, del Frente de Izquierda y Trabajadores (FIT), y Adolfo Rodríguez Saá, el presidente interino que en 2001 declaró el default, por Compromiso Federal.

Fatigados y disfónicos, los candidatos cerraron anoche sus campañas luego de un mes en el que el proselitismo se convirtió en una guerra sucia de acusaciones, agravios y denuncias judiciales que dejaron heridos en ambos bandos, y que tuvieron a los medios de comunicación como herramientas principales de la batalla, y no como mero escenario.

Además de presidente y vicepresidente, los argentinos votarán 11 gobernadores, 130 diputados nacionales, 24 senadores nacionales y 43 legisladores del Mercosur, además de legisladores provinciales y alcaldes.

La votación será vigilada por 500 mil fiscales partidarios, a su vez protegidos por 96 mil militares y 100 mil policías federales y provinciales.

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