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Indocumentados callan delitos por temor a ser deportados

Charlie Beck, jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, señaló que las denuncias de violación sexual han caído 25 por ciento y las de violencia doméstica han bajado 10 por ciento entre la población latina de la ciudad desde el inicio de 2017.

Las denuncias de agresiones sexuales y violencia doméstica protagonizados por latinos en Los Ángeles, California, se desplomaron en lo que va del año, en un clima de temor ante la deportación entre las comunidades de inmigrantes, reportaron fuentes oficiales.

El jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), Charlie Beck, aseguró que la cantidad de denuncias presentadas por residentes latinos se desplomaron por el temor que tienen los inmigrantes indocumentados a que la interacción con la policía o testificar ante los tribunales los lleve a ser deportados.

Beck dijo que los reportes de agresión sexual cayeron 25 por ciento entre la población latina de la ciudad a principios de 2017, y los de violencia doméstica 10 por ciento.

"Imagina a tu hermana, tu madre, que no denuncia una agresión sexual, por temor a que su familia sea separada", dijo Beck durante un evento en el Lincoln Heights Youth Center Complex, en el este de los Ángeles.

Representantes de la ley han expresado temor a que la política antiinmigrante de la administración del presidente Donald Trump debilite más el lazo ya "inestable" entre las comunidades minoritarias y la policía.

El alcalde Eric Garcetti firmó una orden ejecutiva que amplía la política de evitar que se interrogue a detenidos sobre su estatus migratorio, vigente para el LAPD, al Departamento de Bomberos, la Policía del Aeropuerto y la Policía Portuaria.

El LAPD dejó de detener gente para indagar sobre su estatus migratorio en 1979, bajo la Orden Especial 40, firmada por el entonces jefe Daryl Gates.

En 2014, la ciudad dejó de cumplir con las solicitudes del ICE para detener a inmigrantes ilegales en Estados Unidos que fueran arrestados por delitos menores, aunque atiende las peticiones de los sospechosos de delitos violentos.

"Queremos enfocarnos en delitos graves, pero también queremos enfocarnos en hacer más ciudadanos, no más criminales", dijo el alcalde Garcetti.

Beck y Garcetti han advertido a funcionarios del ICE que las tácticas de los agentes de inmigración podrían afectar la aplicación de la ley a nivel local, y que un enfoque agresivo debilitaría la confianza entre la policía y los inmigrantes.

"Si quieres una ciudad segura, necesitamos la confianza y la cooperación de todos nuestros ciudadanos", manifestó el alcalde.

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