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Irma recupera fuerza antes de tocar tierra en Florida

El fenómeno meteorológico impactó en Cuba con vientos de hasta 215 kilómetros por hora siendo la tormenta más fuerte que toca tierra en territorio cubano desde 1932 y se acerca a Miami donde se prevé que se intensifique.

El vórtice del huracán Irma ha dejado atrás la costa de Cuba e ingresó al Estrecho de Florida, donde el agua cálida de casi 32 grados centígrados (90 grados Fahrenheit) le permitirá intensificarse.

La fuerza del meteoro había descendido a la de una tormenta categoría 3 con vientos de 201 kilómetros por hora (125 millas por hora), pero Dennis Feltgen, meteorólogo y portavoz del Centro Nacional de Huracanes, dijo que ya está dando indicios a elevada altitud de recuperar su enorme fuerza previa y organizarse mejor.

Y como esta tormenta tiene un diámetro superior a los 563 kilómetros (350 millas), el área de Miami no queda fuera de su furia simplemente porque el vórtice de Irma esté inclinándose hacia el oeste.

Los pronósticos apuntan a que conservará fuerza de huracán cuando ya esté en Georgia el lunes.

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Irma derrumbó el sábado árboles, techos y postes del tendido eléctrico con vientos de unos 200 kilómetros por hora, que dañaron hoteles en los centros turísticos más conocidos de la isla, y provocó evacuaciones forzadas en el litoral costero de La Habana.

La electricidad fue cortada para evitar cortocircuitos y el servicio de telefonía celular funcionaba con intermitencia, mientras Irma se acercaba al final de su viaje de 320 kilómetros a lo largo de la costa norte de Cuba para luego emprender rumbo hacia Florida.

En el pueblo pesquero de Caibarién, los residentes comenzaron a barrer los escombros caídos de las viviendas afectadas cerca de la playa luego de que las marejadas ocasionadas por la tormenta llevaron aproximadamente un metro de agua del mar hacia la costa.


Mientras el agua bajaba, en las calles se podían apreciar algas verdes que parecían una alfombra. La gente dijo que era el ciclón más potente que jamás había golpeado a la ciudad.

"Las planchas de zinc llegaron volando hasta nuestro patio, dañaron la pared de la cocina y perdimos muchos tejados", dijo Ángel Coya, de 52 años, quien sostuvo que está optimista de que el gobierno comunista cubano ayudará a reparar los daños. "Tenemos que seguir adelante", señaló.

Se espera que el peligroso huracán se encamine hacia el norte a unos 240 kilómetros al este de la capital. En La Habana, que se preparó para sufrir graves inundaciones, las potentes olas comenzaron a penetrar en las zonas bajas del capitalino barrio de El Vedado.

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El sábado por la tarde, el mar había penetrado hasta dos manzanas en algunas zonas del histórico paseo marítimo de la ciudad y se esperaba que las aguas avanzaran más a medida que aumente el oleaje. Los restaurantes en el paseo cerraron las ventanas y colocaron sacos de arena para frenar el empuje de la tormenta.

Durante la noche del viernes y la madrugada del sábado, Irma golpeó con fuerza varios centros turísticos que se extienden desde la central provincia de Camagüey hasta Villa Clara y se dirigió a Varadero, la playa más famosa de Cuba.

Irma causó la muerte de 22 personas en el Caribe y clasifica como una de las tormentas más poderosas que se haya registrado en un siglo.

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